necking and misery | tokyo revengers

ryuguji ken.

NEAR YOU.

La noche en Tokyo era fría.

Abrazaba mis piernas mientras miraba la luna por la ventana de mi habitación, esta tenía cierto brillo especial. A pesar que fuera de noche podía ver con claridad a mi alrededor.

— La luna... es hermosa ¿no? — el nerviosismo de su voz hizo que girara a verlo. Sonreí en respuesta y recargue mi cabeza en su hombro.

El momento se sentía íntimo.

Han pasado casi 5 años de la muerte de Emma y 3 años de la muerte de mi última pareja. Pasaron algunos meses para que pudiéramos abrir nuestro corazón y algunos meses más para que nos correspondiéramos.

— Lo es — respondí después de que mi mente divagara por los recuerdos del pasado.

Volví a levantar mi mirada y esta vez me topé con sus ojos mirándome, su rostro mostraba serenidad. Trague saliva al ver como bajo su mirada hacia mis labios.

— Draken, yo...

De repente sentí como sus labios chocaron con los míos. Una de sus manos se elevó hacia mi rostro para fundirnos más. Las manos cayeron de mis piernas cuando sentí como jalo de mi cintura para pegarme más a su cuerpo.

Abrí mi boca algo aturdida al sentir como su lengua chocaba con la mía, mis manos se sujetaron de sus hombros con fuerza al sentir aquel ritmo de estas.

Mi cuerpo se erizo al sentir su mano suave por debajo de mi camisa, con la yema de sus dedos dejo un camino por toda mi espalda. Esa zona empezó a arder exigiendo por más.

— Ken... — me separé lentamente de él, susurrando aún con mis ojos cerrados. Uno de sus dedos pasó por mis labios — No te detengas.

— No pensaba hacerlo — su voz salió agitada, su aliento era caliente. Volvió a tomar mi rostro para estampar un beso en mis labios con desesperación.

Inclinó su cuerpo haciendo que cayera por completo en la cama, sus piernas se colocaron a mis costados y tome su rostro entre mis manos para profundizar más el beso.

'Va a matarme y todavía no ha hecho nada'

Con sus labios hizo un camino de besos hasta llegar a mis clavículas, un diminuto jadeo salió de mi al sentir como mordió levemente esa zona. Sus manos trazaron de mi cadera hasta llegar a la orilla de mi camiseta, mi espalda se elevó para que pudiera retirar la prenda.

El ladeó una sonrisa al verme en aquel bralette oscuro, la yema de sus dedos tocó con delicadeza el valle de mi busto e inclinó su rostro depositando un beso en mi esternón, mis ojos se cerraron mientras intentaba reprimir cualquier sonido.

— Levántate — obedecí y su mano hábil fue hasta el broche de mi ropa interior, el click de este hizo que mi estómago empezara a doler.

Retiro mi prenda y miro con atención, mi pecho se elevaba una y otra vez. Bajo su cabeza a la altura de mis senos y subió su mirada chocando con la mía antes de hacer cualquier acción.

Exhale con fuerza al verlo de tal forma, su mano apretó uno de mis senos haciéndome gemir. Su cálida y húmeda lengua relevó su mano quedando prensado a mi pecho.