Capítulo 2
Zario se fue acercando lentamente a mí, se subió a la cama y se quitó las medias, supongo para no ensuciar la cama
Lárguense – dice Zario
Los 5 que estaban en la habitación se fueron solo quedamos Zario y yo él me observaba como si el fuera un depredador y yo su presa él me veía con esos ojos lujuriosos que alguna que otras veces me adentre en ellos, tendremos tiempo para luego contar esa historia.
Él seguía avanzando hacia mí y cuando yo creía que me iba a besar se acostó al lado mío y me dio la espalda no sin antes decir
Buenas noches, принцесса
Dios, soy yo de nuevo líbrame de todo pecado de querer tocarle su grandísimo pene a este individuo amén.
Él se rio a carcajadas, casi se ahoga, me le quede mirando raro.
¿Tan grande te parece mi pene? – pregunta
Lo mire y me percate que lo había dicho en voz alta.
Mira idiota, si me parece grande tu pene, pero el de tu hermano, uf, ni se diga —le digo
¿Quién se cree él para hablarme así?
Él me da la cara que la tiene roja no sabría si es de la vergüenza o de la furia en un movimiento rápido se pone encima de mí y se baja los pantalones y me mostró su pene erecto.
Ninguno de mis hermanos compite conmigo, принцесса —dijo
Y sin preguntarme me baja mis bragas y se mete en mi vagina de una gran embestida
AHHHHHHHHHH- no gimo, grito
Ahh, sí, así, más, ahh, me vengo —Fue lo que escuche de él
Se vino dentro de mí.
Se me salen algunas lágrimas, yo no se lo permite, nunca le di permiso de tener sexo conmigo, yo no lo deseaba, sin embargo, pareció no preocuparse con mi opinión.
Me gusto lo de hoy, принцесса, ojalá se repita – Y con un guiño de ojos sale de la habitación.
Me deja llorando en la habitación, me siento como una basura, como una Barbie utilizada, siendo un terrible dolor entre mis piernas, ni siquiera se tomó la molestia de preguntarme como me sentía, solo me dejo ahí y se fue.
ESTÁS LEYENDO
Los Schsuadenger
Mystery / ThrillerLos schsuadenger, eran unos chicos callados, tímidos, desconfiados y malditamente sádicos. Ellos eran la perdición, ellos eran la llama que siempre brillaba en el infierno ellos eran los schsuadenger.