𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓬𝓱𝓸

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Bien, vamos a casa que ya tengo hambre, ¿qué habrá preparado hoy Hiyori-nee-chan? ¿Será ramen, estofado con arroz... o... - iba diciendo en voz alta Naruto para que sus hijos no se preocuparan por lo ocurrido, aunque el realmente sí que estaba inquieto con el encuentro que tuvieron, pero quería ocultarlo para no preocupar a sus hijos y a los demás...

Llegando a casa trato de actuar lo más normal posible, aunque algo intuyó, ya que Kyuu-chan y Sebas-chan lo miraban constantemente como tratando de ver a través de él, con los niños, solo salieron afuera a entrenar un poco y Hiyori seguía en lo suyo...

Ya a la hora de cenar, los niños ya se habían olvidado del asunto de la mañana así que actuaban normal, Naruto también se había olvidado al estar en compañía de los demás habitantes de la casa, así que Kyuubi y Sebastián dejaron de ver tan inquisidoramente a este, y el ambiente transcurrió como cualquier otro día... o sea conversando sobre lo que les había ocurrido durante el día, claro que obviando el incidente, y riendo de las extrañas ocurrencias de los niños...

Ya terminada la cena, todos levantaban la mesa mientras Hiyori y Sebastián limpiaban lo ocupado durante la cena, luego cada uno se fue a su habitación a dormir aparentemente relajados, ya que al cerrar la puerta de sus respectivos cuartos tuvieron diferentes reacciones, Hiyori un poco preocupada ya que se dio cuenta del extraño ambiente que se fue formando en cuanto cada uno de los habitantes de la casa fue llegando, Kyuubi y Sebastián intrigados ya que no sabían si los ninjas de Konoha se encontraron con Naruto o no, además Sebastián hace no mucho tiempo se dio cuenta que guardaba sentimientos por el rubio que hasta ese momento no había podido darle nombre, él se había enamorado de Naruto, pero no se había atrevido a confesárselo. Los niños compartían habitación así que en cuanto cerraron la puerta acordaron que utilizarían constantemente su doujutsu para saber si alguien se acercaba y en dado caso alejarlos de su padre. En tanto Naruto, seguía inquieto, no sabía que pensar, estaba realmente confundido, por una parte quería conocer a las personas de la mañana porque le provocaban esos extraños sentimientos y quería saber qué relación mantenía con ellos, en especial con el castaño pelilargo, pero también quería evitarlos por completo porque no quería recordar su pasado y acortar su vida... y cada uno se durmió con sus respectivos pensamientos...

Al día siguiente ya todo parecía normal, dejaron estar el pensamiento de los visitantes de la aldea, y trataron de seguir con su acostumbrada rutina... luego del desayuno Naruto y los niños fueron a un bosque, a una zona un poco rocosa, ya que Naruto les había prometido a los niños enseñarles un jutsu, y este era el Rasengan, ya que a pesar de tener un nivel chunnin a su edad, solo sabían el Bunshin no jutsu, Kage Bunshin no Jutsu, Kawarimi no jutsu y el Hiraishin no jutsu, así que ahora aprenderían un jutsu de ataque...

- Bien niños, como ya les había prometido les enseñare el Rasengan - los chicos estaban realmente emocionados - para aprenderla, lo harán en tres pasos, el primero será rotación, cuando lo consigan les mostrare los otros dos - dijo el rubio
Para qué son todos esos globos que nos hiciste traer, Otochan? - preguntaron los peques

- Son para el primer paso del entrenamiento, observen - les dijo mostrándole un globo con agua en su mano, luego comenzaba a salirle pequeños bultos en todas direcciones y después explotó - bien, cuando los tres logren hacerlo pasaremos al segundo paso del entrenamiento, si me duermo, me despiertan ¿sí? - dijo el rubio

- Si Oto-chan - dijeron los tres

- Aunque no creo que logres dormir mucho, ya verás que lo lograremos antes del mediodía, Oto-chan - Dijo Kioko, que era la más extrovertida de los tres

- Exactamente - apoyo Takeshi, que era el más calmado de los tres, sin llegar a ser introvertido

- Daremos nuestro mayor esfuerzo - dijo Tetsuya, que era un tanto tímido

Intentando recordar...(Nejinaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora