Queremos que nos quieras, Jo.

Vergüenza ajena.

— ¿Había alguien en el baño o eran varios?—le dije que sí a Sabrina.

— Haré como que si me respondiste la pregunta—aprovechó y tomo una papita de su comida— Digamos que sólo había alguien, ¿Era una chica? Lo dudo, no habrías salido corriendo si se tratara de pechos a menos que... Santo Grial ¡Viste a un chico desnudo!

Las demás saltaron como si hubieran insectos por doquier.

— ¿Que tanto viste?

— ¿Sabes quién era?

— ¿Fue mucho, poco o más o menos?

Scarlett siseo, y la bulla acabó— Se comportan como unas crías, Josephine. ¿Viste a un chico desnudo?

Hum, ¿Cómo respondo? Era mitad si y mitad no porque no había podido ver mucho, lo cual me pareció un alivio. Esa chica tenía la camisa del uniforme y pues Isaac... Él...

Un escalofrío de incomodidad me recorrió el cuerpo. El tenía los pantalones abajo, estaba de lo más feliz.

Me causaba arcadas su asquerosidad.

— ¡Josephine!—Diana esperaba mi respuesta atenta hasta Claudia olvidó el fuerte golpe que le dieron en la mejilla.

— ¿Que paso? ¿Estaba desnudo?—con mi mano le dije que más o menos.

— Vale y ¿Estaba solo?

Negué y las demás soltaron exclamaciones. Me alegraba no ser la única alterada por esa actitud en el instituto.

— Estaban... Tu sabes haciendo eso...

Asentí, escondí el rostro entre mis manos. Que vergüenza, esas imágenes se repetían a cada momento.

No quiera pensar en ellas y se aparecían con intensidad.

Claudia murmuró— Que inteligente.

No fue la única confundida. ¿Por qué inteligente? Estaba usando el adjetivo incorrecto.

Ella aclaro todo cuando nos vio sin captar nada— Es que, todo el recinto tiene cámaras excepto las duchas. Si yo tuviera un novio y el libido fuera tan grande, ese sería un buen lugar donde calmarlo.

Diana le dijo lo que tenía en mente— Eso es asqueroso, ahí se bañan las chicas.

— Por eso mismo, si fuera hombre no tendría inconveniente en estar allí con una.

— ¿Sabes si tiene novia o no?

Ahí saltó Scarlett— En ese caso, si tuviera a alguien dispuesto abiertamente a ayudarme con el libido, ese sería un buen lugar donde calmarlo.

— Eso—Claudia y Scarlett chocaron los cinco.

— Ustedes son igual de pervertidas.

— Sí.

— ¿Para que te digo que no, si es así?

Eso nos hizo reír. Los nervios se me habían pasado, ahora solo estaba distraída por la conversación.

¿Así que esto es comer con tus amigas? Bastante nuevo para mí.

— Hey, Josephine pero ¿Sabes quiénes eran?

— Dime que no era Bran.

Claudia intervino— Ese imbécil ni lo nombres, me golpeó otra vez.

— Espera ¿cuando te golpeó?

— Hoy—dijo con simpleza y luego señaló su rostro— Hasta marca me dejó. Lo hizo a propósito, es lo mismo de cada día.

— ¿Y por qué no le dijiste al Sr Edmundo?