yonaguni, minsung.

yo por ti cojo un vuelo

Estaba borracho, muy borracho.

También aburrido. Era una fiesta de mierda. O Minho estaba sintiéndose de la mierda, ¿cómo lo diferenciaba?

Todo últimamente era aburrido, y patético. Minho era patético. Pensó que una fiesta le vendría bien, no venía a una desde hacía meses. Cuando llego iba todo bien, se saludo con sus amigos, bailo mucho en la pista, jugó el estúpido beer pong (que incluso ganó), se besó con alguien a quién ni siquiera le vio el rostro. Él incluso fumó un poco en el baño con unos tipos que hablaban sobre el universo, pero ahora estaba sentado en el sofá, con toda la fiesta muy activa al rededor de él, uno de sus amigos, Changbin, se besaba con una chica justo a su lado derecho, y al izquierdo Jeongin y Chris discutían sobre algo que no le interesaba, problemas de pareja supone. Él sólo podia beber tragos de su vaso, una mezcla de coca cola y ron que lo tenía muy mareado.

La última vez que tuvo una fiesta fue hace dos meses cuando incluso esa noche terminó su relación con su ex. Jisung.

Han Jisung.

La razón por la que Minho era este Minho actual, un triste y aburrido Minho. Había hecho muchas cosas en estos dos meses, él incluso obtuvo clases de yoga. Empezó clases de cocina, paseaba a su perro por las mañanas, jugaba una cantidad ridicula de videojuegos y simplemente estaba manteniendo su mente ocupada para no pensar en Jisung.

Fallando increiblemente, por cierto.

Habían terminado por una estupidez (bueno en realidad no lo era), llevaban una relación muy sólida de cuatro años, que algunos meses antes del rompimiento se estaba arruinando. Minho puede admitir que una gran parte de la culpa es suya (toda), él estaba priorizando cosas y Jisung le había dicho lo desplazado que se sentía por los nuevos amigos de Minho. Él no escuchó, puede mirar hacia atrás y darse cuenta de que Jisung tenía razón

Y esa última fiesta fue el tope de Jisung.

Se habían gritado, tantas cosas, Minho estaba seguro de que ninguno quiso decir lo que dijo, pero a la mañana siguiente Jisung salió por la puerta con su maleta en mano y Minho lo perdió.

Tuvo un par de noches de llanto, muchas de borracheras destructivas que terminaban con él llorando sobre el sofá mientras miraba el instagram de Jisung, llena de fotos de viajes con sus amigos, o solo.

Lo extrañaba. Todo el tiempo. Y cuando bebía, era incluso peor, podía incluso sentir como si estuviera ahí, con él, podía imaginar la sensación de sus labios tocando los de Jisung, los abrazos, la suavidad de su cabello cuando pasaba sus manos entre la hebras, su risa. Incluso ahora, con las muchas personas bailando, Minho solo podía imaginar cuando Jisung y él lo hacían. Y Jisung le daba sonrisas y robaba besos dulces de su boca.

Quería arreglarlo, eso estuvo en su mente por meses. Pero los dos meses viendo su instagram, también le decían que Jisung se veía bien. Sin Minho. Él enserio se veía bien.

Carajo. Tenia que salir de esa fiesta ahora mismo, hoy era el día. Minho iba a arreglar esto o intentarlo, porque ya no podía soportar esto.

Salió de la casa esquivando el mar de gente que se mantenía en distintos sitios, y afuera el aire frío lo golpeo, tuvo que aferrarse un poco a su chaqueta. Jisung siempre lo abrazaba cuando esto pasaba. Él enserio extrañaba su toque, siempre tan delicado hacía él, como si Minho fuera algo valioso que Jisung siempre estaba cuidando.

Se sentó en el bordillo de la cera, y aún con la vista borrosa logró dar con el número de Jisung. Escuchó los pitidos antes de que el teléfono descolgara. No escuchó sonido del otro lado, pero sabía que Jisung estaba escuchando.