Lunes
Apoyé mi cabeza contra el cristal del bus, observando las calles de la ciudad como poco a poco se iban oscureciendo con la llegada de la noche.
Bajé la mirada a mis manos, donde se encontraba mi nuevo celular. El que mamá con mucho sacrificio me compró.En verdad, estaba super agradecida por tener una madre como la mía. Luchadora, trabajadora y que jamás baja los brazos.
La amo.
Y siempre soñé con que las madres duren para toda la vida. Aunque se que eso no es posible. Es por ello que os recomiendo que disfruten de sus madres. Aprovechenlas. Porque entiendo que a veces pueden ser odiosas, o nos pueden resultar pesadas, pero los momentos en que nos dan amor y nos expresan su cariño, son muchos más hermosos y fuertes que todo lo demás.
Luego de unos minutos, bajé del autobús, y camine en dirección al Instituto.
Ingresé, caminando por los solitarios pasillos.
Empuje la puerta del salón 8, y me detuve al encontrarme con todos allí. Y con todos me refiero tanto a las chicas, como a las chicos, como a las dos profesoras.
Lo que más me preocupó, fue sus caras llenas de preocupación.
Algo no estaba bien.
Sentí la puerta cerrase a mis espaldas, llamando la atención de todos sobre mi.
-¿Qué pasó?- pregunté, preocupada.
♡
Abrí la puerta de casa, dejando las llaves en la entrada.
-¿Cariño?- preguntó mi madre al verme de regreso, y tan temprano.
Sin soltar palabra alguna, me dirigí a mi habitación.
Una vez que cerré la puerta, me deslice por la misma hasta que mi trasero chocó contra el suelo. Escondi mi rostro entre mis brazos, y aquellas lágrimas contenidas, ya fueron lo suficientemente pesadas como para que comiencen a descender por mis mejillas.Lloré en silencio.
Porque dolía.
Dolía saber que todo aquello por lo que te esforzarste. Por aquellas horas de sueño canceladas.... no valieron la pena.
La dura noticia de las profesoras arruinaron mi día.
No podíamos ir al concurso.
La razón, el dinero. El viaje para ir a los dos lugares donde se realizan los concurso es muy costoso. No podemos pagar esos viajes. Contábamos con la ayuda de algunas empresas que nos apoyarían, pero lamentablemente decidieron retirar su solidaridad. ¿La razón?, atravesaban un momento difícil en su economía.
-¿Cariño? ¿Todo está bien?- preguntó mi mamá del otro lado de la puerta.
-Ahora no....- le pedí -Quiero estar sola-
Luego de unos segundos, me puse de pié, y con la angustia a flor de piel, arranqué el calendario con los días restantes para los concurso, lo tiré al tacho de basura. Quite los malditos recortes de revistas del concurso de ballet que se encontraban pegadas a mi pared, y también las tiré.
Saqué la ropa de ballet de mi mochila, y la guarde en uno de los cajones de mi armario.Y me tiré a mi cama, para seguir llorando.
¿Por qué la vida es tan injusta?.
¿Por qué todo tiene que girar en torno al maldito dinero?.
Martes
- El que sigue....- pedí, con el ánimo por el suelo.
-Un café con leche. Sin azúcar- pidió la mujer que vestía un traje de oficina.
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EL CASCANUECES
Ficțiune adolescențiVanessa es una joven que nunca salió de su zona de confort. Aquella que la rodea de sus seres queridos, con los cuales paso la mayor parte de su vida. Aquella que es una tranquila zona, por más que tiene que afrontar dificultades económicas. Desde p...