~Amalia~
-Buen viaje- les digo después de darles un abrazo a cada uno.
-Recuerda cariño, si cambias de opinión...-
-Tomare el primer vuelo al país en el que se encuentren-. Término por mi padre. Me había dicho lo mismo tantas veces a lo largo de la semana que ya había perdido la cuenta.
Mi madre me da un último beso en la mejilla para después, en compañía de mi padre, cruzar las puertas del aeropuerto. Me quedo allí un rato, hasta que el pensamiento de que Gabriel cruzaría esas mismas puertas en pocos días me obligo a salir de mis pensamientos.
Cuando le confesé mis sentimientos, la parte más caprichosa de mi esperaba que el dejara todo y se arriesgara por mí, pero solo con ver su ojos lo entendí. Él tenía sueños y metas igual que yo, y ninguno estaba dispuesto a abandonarlas. Cuando lo deje varado en medio de la calle supe que ya no lo vería nunca más.
Respiro profundamente tratando así de evitar que lágrimas escapen de mis ojos, cuando estas desaparecen conduzco el coche de mis padres al centro comercial.
***
-¡AMEEEE!-.
El grito agudo de Maya hace que todos a nuestro alrededor volteen a verla, mientras ella ajena a todo corre hacia mí y me da un abrazo.
-Hola Maya- respondo. Ella se aparta solo para segundos después agarrar mi brazo.
-Estoy feliz de verte- habla mientras me guía entre la gente.-¿Cómo has estado?-.
-No estoy muy segura, pero lo que si se es que debo seguir para adelante-.
-Cuéntame que ha pasado.-El tono de voz que uso me recordó a mi psicóloga. Esa amable mujer que estuvo para mí para escucharme y ayudarme a superar mi pasado. Tal vez fue por eso, o porque necesitaba contárselo a alguien que le solté toda la historia a Maya.
Mientras yo le contaba lo qué pasó entre Gab y yo, me iba probando los vestidos que ella me pasaba por la puerta del vestidor. Para cuando acabe la historia ya tenía el vestido rosa palo que me pondría dentro de unos días.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-. Asentí y ella hablo. -¿Qué te paso para que no te pusieras la inyección?-. Trague saliva. No estaba segura de querer responder. Los recuerdos de ESE día volvieron a mi cabeza más rápido que cuando muere la primera persona en una película de terror. Supongo que mi cara debió interpretar algo parecido ya que Maya volvió a hablar. – Te lo pregunto porque yo creo que las decisiones que tomamos se basan en nuestras vivencias, en lo que vamos aprendiendo día tras día. Claro que también existen otras personas que solo siguen al resto, pero estoy segura que tú no eres de las que siguen al resto.-
Esboce una sonrisa. – Si, yo no sigo a nadie-. La mire directamente a los ojos antes de responderle: -Todavía no me siento preparada para decírtelo, pero pronto lo haré-
***
Me sentía nerviosa, las manos me sudaban y ya no me sentía tan segura de querer estar allí.
-Ame, no tienes por qué decírmelo podemos hablar de otras cosas-. Maya me miraba con total tranquilidad desde el otro lado de la mesa. Nos encontrábamos en la cafetería *(nombre de la cafetería)* después de que yo accediera a contarle mi historia.
Los últimos días lo había pensado mucho hasta llegar a la decisión de que debía confiar más en las personas, debía intentar volver a ser yo misma.
-No, yo quiero confiar en ti y necesito contarle esto a alguien-.
La mire por algunos segundos, tome una gran bocanada de aire y empecé:
-Cuando tenía quince años, yo era feliz. Hasta se podría decir que mi vida era perfecta. Tenía muchos amigos, vivía relativamente bien y tenía un novio.
<< -Solo faltaban unos cuantos meses más para que, después de tanto esperarlo, me pusieran la inyección. En el transcurso de esos meses, la mayoría de mis amigos, incluido mi exnovio se encontraban ya con la inyección puesta. Yo estaba feliz, muy pronto llegaría mi turno y me sentiría igual de feliz que todos ellos.
Solo faltaban dos semanas para mi cumpleaños, así que decidí ir al centro comercial para comprarme el vestido que usaría en mi fiesta, aunque mis planes se arruinaron cuando vi a Marcus besándose con una de mis amigas, aunque resulte extraño, eso no fue lo que más me dolió. Ver a mi grupo de amigos reunidos cerca de ellos y actuar como si eso fuera normal fue lo que me enfureció. ¿Cómo era posible que todos hubieran jugado conmigo de esa forma? Decidí no hacer una escena y cuando terminaron de besarse y yo ya había limpiado mis lágrimas decidí salir eh ir a saludarlos. Todos actuaron normal, Marcus me dio un beso y me hizo espacio para que me sentase junto a él. No dije ni hice nada al respecto.
Al pasar unos días decidí que debía actuar, así que al acabar la última clase del día fui al teatro del colegio ya que Marcus me había mandado un mensaje diciendo que se encontraba allí. El teatro no era muy grande, pero se encontraba un poco apartado de la estructura principal del instituto. Al llegar, encontré a Marcus sentado en el pequeño escenario, estaba esperándome. No había nadie más allí y lamento no haberme parado a pensar en ese curioso hecho.-
Tomo aire antes de continuar. Maya se encuentra sumamente concentrada en la historia. En mi historia.
-Yo le dije que lo sabía todo, y que era mejor terminar. Yo no quería hacer un gran escándalo, pero él no estaba conforme con eso. Él... él quería otra cosa-. Siento como mis ojos se vuelven a inundar de lágrimas pero suelto la última parte de la historia rápido, sin tomar aire, sin hacer ninguna pausa, sin tiempo para arrepentirme- no tuve tiempo a reaccionar, en menos de dos segundos ya lo tenía encima de mí. En ese estúpido teatro Marcus me violó.
No me doy cuenta que estoy llorando hasta después de que Maya me abraza y siento como se humedece su abrigo. No me gusta recordar esa etapa de mi vida, esa en donde me pude haber quedado sola si no fuera por el apoyo de mis padres. Ellos siempre estuvieron allí para mí. ¿Cómo yo podría irme de su lado después de todo el esfuerzo que hicieron para que yo estuviera mejor?
Cuando por fin me calmo, Maya se sienta a mi lado y tan solo me abraza. No sé cuánto tiempo transcurre antes de que encuentre la fuerza para volver a hablar:
-Nadie me creo-. Mi voz sale en un pequeño susurro, pero sé que Maya me oyó cuando me abraza más fuerte. –Las autoridades del instituto dijeron que no había pruebas ni testigos y que no podían hacer nada. La policía dijo que si Marcus era mi novio entonces eso no se podía considerar como violación porque, y cito: ¨ Si tienes un novio el sexo viene incluido. Si no querías no tuviste que haber tenido novio¨-. Cierro los ojos con fuerza intentando borrar esos oscuros recuerdos.
-Calma, respira. No dejes que eso te venza, tú has podido seguir adelante a pesar de todo y eso demuestra que tú eres fuerte y muy valiente-. La seguridad en la voz de Maya hacen que sus palabras se claven profundo en mi interior.
Cuando, después de unos minutos, soy capaz de mirarla a los ojos veo a una chica lista a una persona que aparenta ser poco pero es mucho más que una cara bonita.
Poco tiempo después decido que ya es hora de irme, es hora de volver a tomar el rumbo de mi vida y seguir adelante. Yo no me quedaría estancada en un pasado que ya había logrado olvidar, y los chicos formaban parte de ese pasado. No volvería a pensar más en Gabriel, y mucho menos en Marcus.
*********
Hola a todos
Con este último capitulo termina la primera parte de la historia.
Me sinto muy feliz por eso y espero que hayan disfrutado la lectura tanto como yo lo hice al escribirla.
La segunda parte ya se encuentra publicada y subiré el primer capitulo el 25/08/2021. Desde la misma fecha empezare a corregir los capítulos de esta historia.
Los quiero 😘
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La pareja perfecta
Fiksi RemajaPor medio de una inyección puedes encontrar a tu pareja perfecta, esa con la que tendrás una vida llena de felicidad. ¿Pero esto es lo que realmente necesitas para encontrar el amor ? Amalia no quiere ponerse la inyección, porque cree fielmente que...