el pan de todos los días.

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Los golpes iban uno tras otro, dejando roja la piel dónde era soltado el golpe, cada uno lanzado a un joven de diecisiete años que soltaba un grito cada que su piel era golpeada por el hombre al que le llamaba “padre” pero en realidad jamás lo vio como tal.

Elias Humpty era el nombre de el joven que yacia en el piso abrazando sus propias piernas y sintiendo los golpes en su espalda, temblaba y lloraba pero el hombre no se detenía.

—¡l-lo siento! ¡d-det-detente!—

grito con la voz temblorosa y entre cortada, demostraba miedo y nada más que eso. Pero aún así el hombre lo ignoro y en cambio se sacó el cinturón que llevaba para así poder golpearlo con más fuerza.

—Aprende cuál es tu lugar niñato estúpido— hablo por primera ves el hombre que vestía un traje algo caro, su voz era fría e intimidante, el chico no dijo nada, simplemente se dedicó a sollozar en su mismo lugar y esperar a que su padre saliera. No tardó mucho.

Cuando su padre salió el se quedó en la misma posición durante unos minutos, y después solo reunió la fuerza suficiente como para poder levantarse, sintiendo al instante un dolor insoportable que había sentido los anteriores días. El dolor jamás se iba…

Se levantó con pesadez y camino al segundo piso subiendo las escaleras soltando quejidos de dolor, llegó al pasillo, habían por lo menos tres cuartos de los cuales el suyo era el del fondo. Entro a este y en seguida callo rendido al suelo, nuevamente las lágrimas salieron de sus ojos, bañando sus mejillas con aquellas lágrimas cálidas llenas de dolor y tristeza.

Ese era e típico inicio de semana del joven, siempre empezaba con una paliza de parte de hombre y terminaba con una cena silenciosa entre el, su madre y su padre.

Elias camino perezosa mente a su cama y se tumbó en ella con pesadez. Mañana iniciaba clases en una nueva preparatoria, el no tenía ni la más mínima gana de ir a presentarse como el nuevo, no otra ves. Ya habían pasado por al menos tres mudanzas ese mismo año, y siempre entraba a una nueva escuela, siempre siendo el extrovertido y agradable “chico nuevo”.

Se quedó dormido lentamente sin siquiera cambiarse de ropa o meterse a las sábanas, simplemente se cayó rendido en la cama.

°°°

La alarma sonó, dejando desorientado al joven quien ahora se encontraba cubierto con dos sábanas.

Se levantó de su cama aún medio dormido y camino hasta el baño, se dio una ducha y lavo sus dientes. En el lavabo había maquillaje, el cual tomo y empezó a cubrir las heridas y moretones de su cara.

Cuando terminó salio y rebuscó en su armario para buscar algo que ocultara su cuello y brazos. Encontró una blusa de manga larga y cuello alto color verde militar, lo combinó con un pantalón de igual color pero más fuerte y con una sudadera negra. Se puso sus zapatos, tomo su mochila y salió de su hogar para encaminarse a la nueva preparatoria, no estaba muy lejos de su casa así que no tardó ni diez minutos y ya se encontraba ahí.

Habían muchos jóvenes ingresando al establecimiento, algunos hablaban entre si y otro apenas iban llegando. Camino a su clase correspondiente la cual le habían indicado días antes. Cuando ingreso al aula pudo ver qué la mayoría ya se encontraba ahí, solo faltaban algunos y el profesor.

No tardó en llegar el profesor, un hombre de estatura mediana y con una cabellera castaña de la cual sobresalían algunas canas, al entrar miro al joven.

—¿eres nuevo cierto?—asintió—entra y presentate— dicho eso el, junto con el hombre entraron, Elias llevaba una radiante sonrisa, una con la que nadie notaría que su vida era así…

—Mi nombre es Elias Humpty, vengo de la preparatoria “jardines”, espero nos podamos llevar bien— hablo con una voz amistosa.

—bien Elias, siéntate al lado de Omar— señala un lugar vacío al lado de un joven de cabellos cafés y ojos grises, que miraba por la ventana.

Elias asintió y camino hasta su lugar, sintiendo las miradas curiosas de sus compañeros. Se sentó y espero a que comenzará la clase.

Pero sentía una mirada invadiendo su comodidad. Era Omar, quien lo miraba cada ves que podía, en realidad lo miro casi toda la clase, sin siquiera hablarle o algo.

Las clases terminaron, Elias ya estaba guardando sus libros, pero no contaba con que dos chicos se acercarán a hablarle.

—¿Elias, verdad?— pregunto uno con una sonrisa amistosa, el asintio—soy Tomy, gusto en conocerte—

—yo soy Carlo, igual es un gusto, espero que podamos hablar más— dijo el otro, igual con una sonrisa amistosa —bueno, nos vemos, hasta mañana, Elias—

Ambos chicos se alejaron del menor, no sin antes mostrarle una mano en forma de despedida.

Finalmente salió del aula de clases. Y cuando ya se encontraba en la entrada del establecimiento, sintió una mano tomarle del hombro, el volteo a ver de quién era la mano con una confusión notoria. Era el chido que no paro de verlo durante toda la clase.

—¡hey!, hola, soy Omar beckret, lamento si te incomode hoy, es que… es que… ¡mierda! No sé me ocurre la excusa… bueno, perdón de todos modos, me agradas— dijo todo muy rápido que Elias soltó una pequeña risa al no entender ni una sola palabra excepto “Omar” y “mierda”.

— Te perdono, ¿Omar?— dijo con una leve sonrisa.

—Omar, ¡si señor! ¡ese es mi mero nombre!— dijo medio riendo.

—tengo que llegar a casa, adiós, hasta mañana— se despidió del chico y le mostró una pequeña sonrisa antes de empezar a caminar.

°°°

Mientras caminaba lentamente, su sonrisa se iba borrando, cambiando así a un rostro serio.

—Regresemos al infierno— se dijo a si mismo sarcástico, y una sonrisa forzada se estableció en su rostro. Sus ojos comenzaron a lagrimear, y pequeñas gotas aparecían en estos no queriendo salir, pero al final lo hicieron, ahora lágrimas salían de sus ojos color miel.

Llegó a casa. No había nadie. Tal ves si madre estaba en “una reunión importante” que en realidad era la cama de otro hombre el cual no era su padre. Y quizá su padre se encontraba “trabajando” estando en realidad en el bar ahogándose en alcohol. El pan de todos los días ¿Cierto…?.






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Otra versión de "cruda realidad" xD decidi que cruda realidad será una trilogía, de las cuales este es el primer libro, el segundo sera "entre peleas y gritos" y el último será "secuestro dictado" así que... pos espero les guste esta nueva versión y me despido, baaai

felices por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora