Luego de aquel suceso que iba de lo terrible hasta lo magnífico entre Theron y Judy, Drina y Ryker y Daisy y Ferg, ninguno tuvo la fuerza suficiente para alejarse (en el caso de Drina y Ryker) o mantenerse (en el caso de Judy y Theron) y estas tres parejas tuvieron que lidiar con sus decisiones de la noche de Nochebuena.
Mientras que Ferg y Daisy empezaron a citarse en lugares para verse sin los ojos de sus amigos y familiares a su alrededor, Drina y Ryker conducían su relación con bastante rapidez y se citaban en secreto en la casa de las Trents cuando Drina se encontraba sola. Por otra parte, Judy y Theron tuvieron que obligarse a continuar su relación laboral-fraternal por el bien de sus compañeros de trabajo y sus familias. Sin embargo, era un trabajo que requería de discreción y ninguno llegó a entender porque todo parecía estarles señalando que habían cometido un error.
El error, según Judy, fue haberse detenido de haber besado a Theron y el error, según Theron, fue haberle pedido desde un principio a Judy un beso cuando no entendía que, después, desearía tener más y más cosas para sacar los sentimientos que lo estaba acechando incluso en las noches. Aunque no fue una extrañeza para Judy y para Theron, los otros miembros del equipo se sorprendieron de que Theron se encontrara de un humor de perros y se negara a llamar a alguna de sus chicas para descargar su vibrante energía. Ferg lo había intentado convencer de que lo dejara llamar a una de sus chicas, pero fue cortado de plano cuando Theron amenazo con un tono obscuro:
_ Si una mujer entra por mi puerta sin mi consentimiento, te vas despidiendo no solo de tu maldito puesto, Ferg, sino también de mi maldita amistad.
Ninguno llegaba a entender que estaba pasando entre Theron y Judy, pero decidieron no involucrarse por el bien de sus lugares y la larga amistad que los unía con el luchador, por no hablar de la lealtad que tenían hacía Theron.
Esto se hubiera convertido en algo incluso más insoportable para Judy, pero entonces recibió una llamada de su mejor amiga, Astrid, y todo le pareció que volvía a los tiempos de antaño. Judy había conocido a Astrid en la escuela primaria y ambas se habían convertido en grandes amigas que se apoyaban una a la otra hasta que estaban en último año de preparatoria y ambas tuvieron que hacer grandes decisiones en su vida que las llevaría a separarse por una larga temporada.
Astrid se había ido a Nueva York, siguiendo su loco sueño de abrir una moderna boutique en la 5th avenida, en la que recibiría no solo a gente común de las calles sino también a grandes celebridades del espectáculo. En tanto, Judy había entrado a la Universidad de Texas en San Antonio, se había salido antes de haberse graduado, se había mudado a Los Ángeles con Drina, Daisy y sus tres sobrinos y había vivido la vida a su manera. Ambas amigas tendrían mucho que contarse, sobre todo de sus nuevos jefes.
_ Regresaré a la medianoche. -dijo Judy a Drina, quien se encontraba ayudándola al hacerle un pequeño peinado que constaba de dos sencillas trenzas sobre su cabello castaño obscuro.
_ ¿Por qué no le dijiste que viniera aquí y se tomaban tranquilamente unas copas en la sala?
_ Porque primero tengo que contarle que obtuve el puesto de representante y asistente de Theron antes de soltarle la bomba de que el boxeador me ayudo a conseguir una casa, una camioneta y una colegiatura para mis tres sobrinos.
Drina sonrió y negó con la cabeza.
_ Recuerda que es solo Astrid y no Desmond o mamá juzgándote por haber aceptado la ayuda de tu empleador.
_ Si alguna vez Desmond o mamá se enteran la clase de ayuda que Theron nos dio, no creo que se contenten solo con juzgarme y criticarme.
Esta vez, Drina se río y dejo que Judy siguiera arreglándose; cuando estuvo lista y llegó el Uber (porque tampoco le contaría a Astrid que había conseguido una Peugeot por parte de su empleador), Judy se dirigió al muelle de Santa Mónica ya que Astrid estaría esperándola en un restaurante/bar de Montana Avenue para tomar algo ahí. Aunque el clima había estado frío luego de Navidad, aquella tarde que salió hacía Santa Mónica estaba llena de calor y parecía que tendrían un buen clima hasta que llegara el temporal de lluvias a la costa.
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Quédate conmigo
ChickLitTrabajar para Theron Degorian no es algo sencillo, sobre todo si contamos con que tiene un sentido del humor muy negro y gusta de gastar bromas pesadas en los peores momentos. Pero Judy (o Jude, como la ha bautizado su jefe) sabe que Theron es un ho...