Pequeño Secreto

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Quedaban solo dos días para el ataque a la base yakuza la cual estaba localizada en un puerto abandonado, t/n junto a los demás héroes aliados coordinaban los últimos detalles del plan de ataque.

-entonces mi hermano y yo junto con los heroes entraremos primero para neutralizar cualquier amenaza, el sr. Nightmare junto a sus estudiantes neutralizaran a los atacantes externos, tratando de tener ninguna baja posible-. T/n hablaba con seriedad ocultando el extraño malestar que la acosaba desde hace varios días, tenía muchas náuseas, mareos repentinos y dolor de cabeza constante, sin contar con que tenía la mirada de aizawa pegada sobre ella, pero no quería preocuparlo, no ahora.

Una vez terminada la reunión aizawa y t/n se dirigían a su mini departamento para ver a Eri, quien de momento eran los encargados de la niña.

-dime la verdad... ¿Qué te sucede?-. pregunto serio el peli negro.

-de que hablas, estoy muy bi..-. No pudo terminar de hablar ya que un fuerte mareo la delató, provocando que sus piernas flaquearan y de no ser por aizawa ella hubiese caído al suelo.

-dime la verdad-. El tono de aizawa sonaba molesto y preocupado haciendo sentir culpable a t/n por ocultarle cosas.

-creo...que solo estoy nerviosa y estresada y tengo miedo de lo que llegue a suceder-. Al decir eso t/n pudo sentir los protectores brazos de su peli negro dandole una sensación reconfortante de la cual no quería despegarse.

-yo también estoy asustado pero no por eso dejaré que mi cuerpo y mi miedo me domine porque... tengo que proteger a una bella chica y a una niña pequeña-. Diciendo esto aizawa comenzó a depositar tiernos besos en la cara de t/n logrando que esta se sonrojar a mucho.

-todo saldrá bien amor... Daremos todo de nosotros para poder vivir felices-. Finalizó esto con un profundo beso logrando que a  ambos se les erizara la piel, querían seguir, querían sentirse y ser uno pero sabían que debían reprimir sus ganas.

-vamos con Eri-. Dijo t/n separándose lentamente de aizawa pero con una sonrisa boba en sus labios.

El peli negro con la misma sonrisa, asintió y comenzó a caminar al lado de t/n, sin soltar su mano por si ocurría otro mareo.

-mamiiii~-. Grito eri saltando en los brazos de t/n con aizawa detrás viendo la escena con ternura.

-mami, papi, ¿hicieron cosas de héroes?-. Preguntó la niña con un brillito en su mirada y una sonrisa de oreja a oreja.

-si pequeña, mami y yo hicimos cosas de heroes-. Dijo aizawa con un tono de voz relajado.

-ven a jugar conmigo mami, quiero mostrarte lo que dibuj... -. La pequeña eri abrazo por la cintura a t/n colocando su cabeza a la altura de su vientre, al hacerlo pudo sentir una energía muy pequeña pero fuerte, diferente a la de t/n, esto la dejó sin habla preocupando a los dos héroes.

-¿pasa algo pequeña?-. Preguntó t/n extrañada por el repentino cambio de eri.

-ma.. Mami ¿te duele el estómago? ¿Te sientes mal? -. Pregunto Eri con cierta insistencia en su voz.

-mmm... Si, he estado un poco mal del estómago estos días pero nada de lo que debas asustarte, recuerda que mami es muy fuerte-. T/n volvió a hacer su pose de músculos con tal de tranquilizar a la niña.

Eri solo sonrió y prosiguió a llevarse a t/n de una mano a su habitación, ya que t/n y aizawa dormian juntos, sobraba un dormitorio que acomodaron para que Eri pudiera estar ahí, aizawa miró con ternura tal escena y se dispuso a ponerse ropa cómoda para preparar algo de cenar mientras ambas chicas jugaban.

En la habitación de eri.

-mami... Creo que tienes un bicho en el estómago-. Eri soltó de repente dejando shockeada a t/n.

AIZAWA Y LA CHICA DEMONIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora