Capítulo XXI
Su grito desgarrador comenzó a preocupar a sus amigos; Ann comenzó a tener otra vez una crisis de ansiedad, desde que salió del hospital siquiátrico la medicina había ayudado a controlar esos ataques. Los doctores le habían dicho que si llega con una situación muy fuerte podría desatar un choque emocional que provocaría un estado de shock que desembocaría en lo que estaba pasando en esos momentos. Los chicos estaban cerca del lugar donde iban a encontrarse con Eli y Bel.
Pararon el auto para que las dos chicas se subieran y para tratar de calmar a Ann, intentaron todo; pero nada funciono, los chicos estaban asustados, Ann pasó de estar gritando a un estado donde solo se recostó en el asiento trasero con una posición fetal, encogida y abrazando sus piernas las cuales apretaban su pecho. A más de eso ella estaba llorando y mordiéndose las uñas, completamente "maniática", solo se distinguían unas palabras que susurraba, "Lo van atrapar", todos sabían de que hablaba. Era algo obvio, -P se dirigía al aeropuerto, donde Paúl también iba a estar; los chicos tenían doble preocupación Ann y más que nada Paúl.
Una vez que todos vieron que Ann estaba más tranquila la dejaron descansar; todos estaban fuera del auto en una calle transversal a la principal, estaba desolado, no había nadie quien los molestara.
- ¿Creen que –P pudo atrapar a Paúl antes que se fuera?- menciono Kike con algo de tristeza en su tono de voz.
- No, por más raro que parezca confió en ese tal Cristian; cada vez que se miraban, cada vez que se sonreían, parecería que ellos se conocieran de hace mucho.- Luis mencionaba todo esto mientras tomaba una postura la cual era cruzada de brazos, y una mirada que la dirigía al suelo.
- ¿Alguien ya abrió ese maldito diario?-Pregunto Bel algo cansada, y somnolienta por el día que tuvieron que pasar.
- Aún no, pero, ¿qué tendrán que ver Jessy y Johan en este conflicto?- Menciono Luis mientras su mirada cambiaba hacia el cielo.
- ¡Ábrelo ya!- Gritó Ángel mientras Kike sostenía el diario donde, según su amigo tenía cosas de sus primos; algo que podría ayudarlos a saber quién era –P y que quiera.
Kike estaba dispuesto abrir ese diario, pero un sonido muy particular lo detuvo; eran los gritos frenéticos de Ann, otra vez la pobre chica tenía sus angustiantes ataques de ansiedad. Pero esta vez alguien que ya estaba en su sano juicio fue a rescatarla. Ángel se acercó dónde estaba Ann, la tomo en sus brazos la abrazo, mientras ella solo pateaba, y trataba de liberarse; con esos movimientos bruscos lo que ella obtuvo, no fue lograr su objetivo de liberarse, sino logro que Ángel la abrazara muy fuerte. Ella gritaba y lo que decían sus penetrantes gritos era que la soltara, que quería salvar a su amigo; pero él con una voz tan suave, delicada, decía; "Lo único que quiero salvar ahora, es a ti. Tú eres lo más importante que tengo ahora, cálmate que yo estoy aquí para protegerte." Eso repetía, una y otra vez; hasta que Ann cayó en un profundo sueño. Ángel se quedó con ella, mientras los demás estaban afuera mirando el diario que Paúl les dejo.
Cada página que contenía ese diario, estaba repleto, no solo de las historias de Jessy y Johan; también observaron algunas historias que Paúl y cada uno de ellos vivieron. Estaba desde la vez que Paúl llevó a Belén a un bar de lesbianas y desde allí comenzó su gusto por las mujeres; también donde Paúl y Luis fueron por primera vez a un prostíbulo; especificaba las drogas que Ángel y Paúl consumían, entre ellas algunas eran dañinas e ilegales en el país; y también el día que Kike y Daniel tuvieron su primera vez.
Esas páginas contenían los secretos más oscuros de los chicos, pero a más de ellos estaban los secretos que Paúl había descubierto de sus primos. Los chicos leyeron la historia cuando Paúl se enteró de que Jessy y Johan eran sus primos.
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Los secretos nos unen
Roman pour AdolescentsEn la ciudad de Quito, los secretos no son tan fáciles de guardar. Cuando guardes un secreto, ocúltalo con mentiras. Belén, Enrique, Luis, Ángel; son chicos que guardan los más oscuros secretos, que jóvenes de 17 años no podrían guardan. Cuando mue...