Capítulo 24 "Intenciones Ocultas"

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Sinopsis

Un banquete por parte de Julissa había tomado por sorpresa a Sam y Erika.

Pero este tenía otras intenciones ocultas, intenciones que pronto descubrirían gracias a Verónica y su peculiar historia.

Pronto, cosas inesperadas sucederán en el Instituto, pero...

¿Serán buenas?

...

Sam

Desperté, oyendo una leve voz a mi lado, era la voz de Erika.

- Amor... Sammy, des...despierta, Sammy

Lentamente, abrí mis ojos, y note el rostro redondo y bello de Erika cerca de mi, observándome dulcemente. Ella me beso la frente dulcemente.

- Ho... hola Erika... mi amor...

- Ho-hola Sam... oye, creo que paso algo... - Dijo Erika, aparentando estar algo preocupada.

- ¿Que... que paso?

Ella señalo hacia abajo solamente, pensé que se refería a su estomago que... de hecho, se notaba aun hinchado y lleno, rosando sus suaves muslos, a pesar de que el banquete misterioso de Julissa había sido hace varias horas.

Rápidamente, vi que ella no se refería a su estómago esta vez

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Rápidamente, vi que ella no se refería a su estómago esta vez.

Pasa que por nuestro peso combinado, las patas de la cama no habían resistido, y se habían doblado de forma que el colchón se había caído hasta el nivel del suelo.

- Ah... me siento tan... tan llena todavía. - Exclamo Erika con un leve pero incómodo tono de voz, poniendo una mano sobre su panza y frotándola, haciéndola rebotar un poco. La cama aun rechinaba con el movimiento. Mientras la frotaba y jugueteaba con sus rollos, lanzo un tierno eructo que la hizo suspirar algo aliviada.

- Yo... yo tambien, pero creo que puedo levantarme. - Le dije, intentando moverme para ponerme de pie.

Me rodé un poco, quedando a orillas del colchón, y logre sentarme para luego impulsarme con los brazos, intentando pararme, no funciono... aun me sentía muy pesado del estómago debido al enorme atracón de ayer.

Se que tanto Erika como yo solíamos comer bastante, pero lo de ayer había sido descontrol casi total, delicioso a cada segundo, pero no era algo que esperábamos, ya que si bien, la comida de aquí no era mala, pero la comida de ayer era simplemente otro nivel.

Luego de algunos intentos, y con algo de ayuda de Erika, logre ponerme de pie.

Verónica se había despertado mientras intentaba ponerme de pie, y estaba en su cama recostada, su cuerpo se notaba algo mas regordete, y sus caderas mas anchas, su panza era mas suave en apariencia y sus mejillas eran ligeramente mas redondas.

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