XXI

1.1K 147 10
                                    

Un voto se agradece, y un comentario también 🦋
Si quieres apoyarme, sígueme en instagram: lourdesrbenitez ♥️
.
.
.

− ¿Qué demonios?

Habían vuelto.

Una oleada de alivio recorrió mi cuerpo.

Lejos de aquel pitido proveniente de mi oído izquierdo, era capaz de escuchar sus voces, los gritos de Azael y Race, sin embargo, ese sentimiento se alejó al instante para ser reemplazado por una oleada de miedo, no solo porque aquel tipo no parecía interesado en ir a ver qué ocurría, sino por si los demás se encontraban heridos. En ese estúpido instante, con sinceridad absoluta, hasta rogué por Zoe.

−Bien, parece que será otra salida, no podrán con todos−dijo el hombre, sin inmutarse, como alguien les hubiera dicho que algo así pasaría. Esos locos del Centro lo habían enviado, a todos ellos. ¿A cazarnos? ¿Incluso a mí? ¿Porque mi vida no valía nada, solo era un desecho que debía desaparecer? ¿Querían cubrir sus huellas? ¿Qué estaba pasando allí afuera? ¿Y si simplemente nunca fueron al Centro y solo ocurrió algún percance? ¿Cuántos peligros nos atravesaban?

Antes de que pudiera decir algo, se acercó más a mí, sus piernas a cada lado de mi cuerpo aún en el suelo. Me observó una vez más desde arriba, podía dibujar una enorme y terrorífica sonrisa en mi mente, por encima de esa horrible máscara. En un instante, se agachó, para tomar mis muñecas con una de sus manos pese a mis frenéticos pero lentos movimientos. Por un breve momento, realmente creí que solo intentaría arrastrarme hacia la salida que desconocía, pero no, no podía hacer las cosas tan simples. Moviendo mis brazos hacia el suelo, presionándolos con fuerza, movió sus dedos a la altura de mis codos.

Dejé de respirar.

Lentamente vi cómo alzaba por encima de su cabeza aquel tubo, para luego, simplemente, golpear mis manos.

−¡NO!

Fueron segundos, solo podía ver su desdibujada figura moverse con furia, golpeando mis manos una, dos, tres veces, hasta destrozarlos. ¿Era mi culpa por haber intentado huir?

Dejé de sentir los dedos cuando estos estuvieron cubiertos completamente de sangre, incluso, antes de que eso pasara, sentí el desprendimiento de algunas uñas, que quedaron sobre el piso mojado y sucio. Era un absoluto desastre, era tanto el dolor que por momentos mi cuerpo parecía incapaz de soportarlo, para luego, en un intento de mantenerme despierta, lo neutralizaba, hasta que otras zonas de mi cuerpo requerían más atención y el dolor volvía, así, seguía y volvía a ocurrir.

Apreté la mandíbula con fuerza, un grito ahogado, colérico, perforó mi pecho. Sin dejar de negar la cabeza al no poder creer lo que estaba sucediendo, volvió a tomar mi cabello, jalándome fuera de la habitación.

Mantenía los ojos cerrados, pero supe al instante que nos alejábamos de la entrada, lo que fuera que estuviera ocurriendo afuera, era un desastre aún más grande.

Y cuando creí que Ellos ganarían, aquel nuevo movimiento surgió, volvió a aparecer un deje de esperanza, porque lo supe, simplemente a través de esa bruma de gritos, dolor, sangre y terror, supe que la rapidez de esas pisadas solo podían pertenecerle a una persona.

De un segundo a otro, mi cabello volvía a ser libre, así, mi cabeza nuevamente golpeó una vez más la dura superficie, y aquel ser asqueroso y enfermo, se encontraba tirado a unos pocos centímetros de mí, con Race sobre él, quien no dejaba de golpearlos. Sus puños eran rápidos, lleno de una furia que no era capaz de contener, recordándome a aquel chico tan salvaje que había estado oculto desde aquel Infierno.

La máscara que llevaba ahora se encontraba manchada de sangre, arrojada a un lado. No era capaz de ver sus rostro debido a que este también estaba cubierto de sangre, pero él, simplemente no dejaba de gritar, diciendo que no importara cómo, Ella, nos tomaría nuevamente.

El infierno de Lilith| 2 | Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora