•Black out days•

• La piedad no sirve de nada •

Edward y Carlise querían llegar hasta Aro y yo, pero los de nuestro clan los detenían.

Aro, Alec, Marcus y yo estábamos de pie observando todo lo que estaba pasando. Sam Uley atacaba a todo inmortal que se pusiera entre su camino para llegar a mi.

Busque a Bella con la mirada, y vi como le arrancaba la cabeza a uno de los míos. Cuando sintió mi mirada, me sonrió con arrogancia y corrió hasta mi. Yo también iba a correr hacia ella, pero la mano de Aro me detuvo.

Serket: Tengo que matarla- lo mire enojada.

Aro: Aún no- lo dijo sin siquiera mirarme. Se agachó y tomo la mano del cuerpo sin vida de la niña. Cerro los ojos y se quedó pegado a ella  por unos segundos. Él trataba de ver lo último que la niña vio.- Ellos llegarán pronto- se puso de pie.

Mire a Marcus y él seguía perdido en la pelea.

Aro: Los cullen no importan. Deja que se maten entre ellos- los miro con desagrado- Debes pelear con los  sagrados.

Serket: Debo calentar antes de matar a esos desgraciados- mire a Bella, la cual estaba siendo atacada por dos de mi clan.

Corrí hasta donde estaba la castaña, los inmortales que la tenían la sujetaron de los brazo. Ella trataba de soltarse, pero no podía.

Bella: voy a matarte, maldita perra- lo dijo y apretó los dientes.

Serket: Charlie era un buen hombre, lástima que Alec le haya sacado el corazón.- la mire a los ojos.

La castaña dirijo su mirada al pelinegro y lo miro con coraje.

Serket: Sé lo que piensas- sonreí y ella me miró- Y créeme que es más fácil de lo que piensas. Terminar con él es como aplastar una hormiga.

Bella: ¿Entonces por qué no lo haces?

Serket: ¿Quién dijo que no lo haré?- le sonreí con diversión y puse mis manos sobre su cabeza-  Ojo por ojo, diente por diente- empezó a salir fuego de mis manos e iba jalando poco a poco su cabeza.

Quería verla sufrir, y lo estaba logrando. Sus desgarradores gritos llamaron la atención de todos, y su "familia" quería ayudarla, pero nadie pudo.

Arranque su cabeza al mismo tiempo que los inmortales arrancaron sus brazos. El cuerpo de la castaña cayó a la fría nieve, y fue despedido por el amargo grito de Esme.

Esme corrió hasta mi, pero Aro la detuvo. Se puso encima de ella y en menos de un segundo, la cabeza de Esme salió volando.

Carlise mato al inmortal con el que estaba peleando y corrió hasta donde Aro estaba, pero yo lo detuve.

Inmovilice todo su cuerpo y lo hice sentir dolor. Lo único que se escuchaba en el campo de batalla, eran sus gritos de súplica.

Yo me quedé en medio de la batalla, y la contemplaba. Ya habían caído varios del clan cullen, y las muertes más importantes eran las de Esme y Bella.

Si los cullen querían llegar a un trato, sin duda eso ya no sería una opción. Yo quería verlos sufrir, yo quería que se convirtieran en mis perras.