Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]

13. La indignación de Ron

Katie fue trasladada al Hospital San Mungo para Enfermedades y Heridas Mágicas al día siguiente, y para ese momento las noticias de que había sido maldecida se habían esparcido por todo el colegio, aunque los detalles eran confusos y nadie más que Harry, Ron, Lucy,Hermione y Leanne sabían que Katie no había sido en realidad el objetivo escogido. Bueno, y Pelos también.

—Oh, y Malfoy lo sabe, por supuesto —les dijo Harry a Ron, Lucy y Hermione, quienes continuaban con su política de fingir sordera cada vez que Harry mencionaba su teoría de "Malfoy es un mortífago".

—¡Madre mía! —exclamó Seamus cuando se enteró de lo ocurrido. Había ido corriendo con Neville a la sala común en busca de Lucy—. ¿Es verdad lo que le pasó ayer a Katie Bell, Lulú? Tú estabas por allí, ¿verdad?

—¿Y te pasó algo a ti? —preguntó Neville con urgencia—. ¿Estás bien?

La pelirroja los tranquilizó diciendo que a ella no le había pasado nada, y les explicó lo que había pasado con Katie, aunque omitió el tema del collar y la sospecha de Harry culpando a Malfoy.

Harry parecía seguir manteniendo esa sospecha, aunque no lo había vuelto a mencionar, pero Lucy sabía que sería difícil hacer que dejara de pensar aquello.

Tocaba Herbología a primera hora de la mañana. Harry no había podido estaba poniendo al tanto a Lucy, Ron y Hermione mientras caminaban por el camino de vegetales hacia los invernaderos. El viento brutal del fin de semana finalmente había cesado; la rara niebla había regresado y les tomó un poco más de tiempo encontrar el invernadero correcto.

—Wow, que miedo—dijo Lucy discretamente, mientras tomaban sus lugares alrededor de los troncos nudosos del snargaluff, que era su proyecto del trimestre, y comenzaron a ponerse sus guantes protectores—. El Señor Tenebroso de niño... no pensé que vendría de un orfanato.

—Pero aún no entiendo por qué Dumbledore te está enseñando todo eso —comentó Ron—. Digo, es muy interesante y eso, pero ¿cuál es el punto?

—No sé —dijo Harry—. Pero dice que es importante, y me ayudará a sobrevivir.

—Yo creo que es fascinante —dijo Hermione seriamente—. Tiene total sentido conocer lo más posible de Voldemort. ¿De que otra manera
encontrarás sus debilidades?

—¿Y como fue la fiesta de Slughorn? —le preguntó Harry pesadamente, a través del escudo de goma.

—Oh, estuvo bastante divertida, en realidad —dijo Hermione, poniéndose sus lentes protectoras—. Quiero decir, él presume un poco de las grandes hazañas, y adula totalmente a McLaggen porque está muy bien conectado, pero nos ofreció comida muy agradable y nos presentó a Gwenog Jones.

—¿Gwenog Jones? —exclamó Ron a la vez que su prima, abriendo sus ojos bajo sus gafas protectoras—. ¿La Gwenog Jones? ¿Capitana de las Arpías de Holyhead?

—Así es —dijo Hermione—. Personalmente, creo que ella era un poco presumida, pero...

—¡Mucha charla por allí! —dijo la profesora Sprout enérgica, mientras se acercaba, mirándolos severamente—. ¡Os estáis retrasando, todos han
comenzado ya, y Neville ya ha sacado su primera vaina!

Miraron a la mesa junto a ellos; ahí estaba Neville sentado, bastante seguro, con un labio sangrando y varios rasguños desagradables en su cara, pero agarrando un desagradable objeto verde pulsante del tamaño de un pomelo.

—¡Neville! —llamó Lucy, mirando sus heridas—. ¿Estás bien?

—Sí, sí, Lucy, no te preocupes —le aseguró Neville, y sonrió con satisfacción mostrándole aquella cosa verde pulsante—. ¡Pero mira, ya tengo uno!