Había sido la semana más rápida de sus vidas, entre los preparativos de las bodas y las pequeñas aventuras de pareja casi no habían tenido tiempo para nada. El padre de Hinata casi puso el grito en el cielo cuando escuchó que se iba a casar y ella le había explicado la situación, pero no esperaba que fuese a casarse tan pronto, menos aún siendo una semana después de su reaparición. Inmediatamente la obligaron a hacer todo tipo de tradiciones que su clan realiza en este tipo de ceremonias, casi no pudo asistir a la Asamblea de Nombramiento para que el Hokage las denominara las "Mejores Kunoichis de Konoha". Y eso no fue todo, su sorpresa fue más grande aun cuando se enteró de que su sobrino también iba a casarse, para colmo se habían puesto de acuerdo para hacerlo el mismo día y no solo eso, sino que además ya habían hecho todas las tradiciones conocidas en el dichoso libro de los Hyuga. Cuando Hisashi se dio cuenta de la situación lloró en silencio por la felicidad de ambos.
El día de la boda todo estaba resplandeciente y bien adornado. Por supuesto que padrinos, madrinas, testigos, damas y caballeros de honor no faltaban en la ceremonia. Las lágrimas salían solas. Hinata procuraba no dejarlas caer para no arruinar el maquillaje y Tenten no se quedaba atrás. Al escuchar el "acepto" todo fueron aplausos, Karin se recostó a Suigetsu, Ino agarró el brazo de Sai y se apegó a él, Sakura abrazó a Sasuke y Temari le dio un beso en la mejilla a Shikamaru. Todo era pura felicidad, mayor aún cuando dijeron las palabras "puede besar a la novia". Las parejas no tardaron en imitar el ejemplo de los novios, hasta Matsuri, que había asistido con el Kazekage y Kankuro a la boda, le robó un beso a Gaara, que era la viva encarnación de un tomate.
Al lanzar el ramo al aire las que atraparon ambos fueron Sakura e Ino. Los chicos acordaron también lanzar algo, y resultó un anillo, por supuesto, no el suyo, otro, pensado para que fuera difícil sortearlos y que quienes los atraparan pudieran proponer matrimonio con ellos. Shikamaru fue el primero, para él fue un fastidio absoluto, puesto que solo había caído en sus manos y aún así estaba rojo hasta las orejas, Temari no dejó de molestarlo. Y el segundo cayó en manos del Kazekage que si auntes era un tomate ahora era un pimiento rojo. Suigetsu y Karin no hicieron ni el más mínimo esfuerzo por alcanzar ninguno de los dos objetos, ya que, todavía, no pensaban casarse.
La luna de miel la pasarían en la playa, aunque les costó bastante convencer a los Hyuga lo consiguieron.
A la casa Uzumaki llegó un extraño paquete. Al abrirlo se sorprendieron inmensamente no esperaban que aún estando tan lejos de la aldea sus amigos les dieran regalos, supusieron que también les habían enviado obsequios a la pareja Hyuga. Se trataba de unos colgantes en forma se corazón con el nombre de ambos escrito y unas fotos dentro, enviaron bombones de chocolate y una flores que no se marchitarían acompañadas por las fotos de la boda. Ambos sonrieron. La Uzumaki tomó los bombones y fue al cuarto, pero apenas entrar vio todo decorado por velas, pétalos de rosa y mantas rojas. Sonrió con ternura. Sin duda eso había sido obra de su marido y al voltear se vio aprisionada por los labios de su amado. Esa misma noche ambos se entregaron en cuerpo y alma al otro.
A la mañana siguiente...
__ Buenos días, dormilón.
__ Buenos días, Princesa ¿Uzumaki?
__ ¿Ahora qué? Digo ya llegamos hasta aquí, ya no hay problemas, entonces ¿qué?
__ Bueno ahora toca seguir amándonos. Ahora toca amarnos libremente, ahora viene. Amarte, princesa.
Ella le plantó un pequeño beso en los labios.
__ Te amo.
__ Yo más.
__ Eso es imposible, te amo desde niña.
__ Calidad, no cantidad.
__ ¿Ah sí? __ le lanza una almohada y Naruto sale corriendo en vuelto en una sábana __ ¡Ven aquí!
Entre el las carrerillas y el juego el ojiazul terminó por resbalarse en el baño, donde la pelinegra lo acorraló. Ella se acercó a él, sintió mezcladas respiraciones que se volvieron una. Sintieron el contacto de sus bocas, sintieron el deseo que antes debían contener y esa misma mañana volvieron a consumar su amor.Los Hyuga recibieron el mismo regalo que los Uzumaki con la única diferencia de que no eran colgantes sino brazaletes que portaban también ambos nombres y una foto incrustadima en pequeño compartimento de la pulsera. El Hyuga se la colocó a la castaña y la cargó para subir las escaleras y llegar hasta la habitación. Neji la bajó y comenzaron a desnudar sus cuerpos para ser una solo. Volverse amor, eso hicieron esa noche, lo que habían soñado en silencio tantas otras, ser del otro, entregarse. Besos, caricias hasta el despertar al lado del otro.
__ Buenos días, señorita Hyuga.
__ Señor, ¿se puede saber qué hace?
__ Darte los buenos días.
__ No __ negó ella acercándose a sus labios y besarlos__. Esto es dar los buenos días.
__ Me ganaste, pero solo por el beso.
__ ¿Ah sí? ¿Cuánto te apuestas a que puedo con todos los desafíos que me pongas?
__ Bien, entonces levántate.
La castaña cruzó los brazos y bufo, no quería levantarse por nada del mundo, pero enserio era muy orgullosa. Lo pensó lo meditó y tras tomar todas sus fuerzas se levantó de un tirón. Comenzó a vestirse antes de que se le pasara por la cabeza la idea de volver a acostarse. Cuando estuvo lista dio media vuelta y le mostró la lengua al Hyuga sin tardar en echar a correr por las escaleras para preparar el desayuno. Diez minutos después estaba casi todo listo. Su marido sentado en la mesa no dejaba de mirae el brazalete para luego posar su mirada en otro panorama. Se levantó. La castaña pronto sintió unas manos sobre su cintura que hicieron extremecer su cuerpo.
__ Creo que quiero desayunar otra cosa.
__ ¿Qué quieres de desayuno?
__ A ti.
Sin pensarlo dos veces hizo girar a su esposa y la beso con pasión para luego ser correspondido. La castaña se dejó guiar incluso cuando su espalda terminó en la fría incinera. Volvieron a ser uno esa mañana. Hacerse amor. Dos almas que quieren estar juntas mediante sus cuerpos, que se aman con desefreno y locura, que no permitirán que nada los separe y que aprovecharán la oportunidad de estar juntos. Dos almas que son una.
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Peligrosas
RomanceHinata, Tenten, Sakura e Ino están cansadas de ser consideradas unas mujeres débiles, por lo que crean una asociación llamada "Peligro".Se van de la aldea y deciden entrenar para hacerse más fuertes. Al volver a la aldea se le asigna una misión en p...