Huellas -JeongJin-

Capitulo Veinticinco

— Arriésgate — le dice con vehemencia — Te aseguro cien por ciento que tus sentimientos son correspondidos. Ese alfa te quiere y te lo demuestra en cada uno de sus actos, pero tú te niegas a la idea porque piensas que no eres suficiente — se inclinó un poco hacia adelante — Y no solo te quiere a ti, también a tu cachorro — sentenció — No pierdas la oportunidad de vivir algo bonito con alguien que te quiere y le hace tanto bien a tu vida por inseguridades infundadas.

Y después de eso, decidieron salir a comer algo a petición de Hyunjin, consciente de que esa era una manera suya de evitar pensar de más en lo que dijo Jisung. 

Horas más tarde, cuando el día está llegando a su fin y él está tirado en su cama, escuchó vagamente el sonido de la puerta principal siendo abierta, sin embargo, no hubo alarma en su corazón pues sabía que la única persona a parte de él en tener llaves de su hogar hoy día era Jeongin. Con la somnolencia más que presente hizo su mayor esfuerzo por percatarse de la hora, frunció el ceño ante el hecho de que era madrugada y el alfa apenas regresaba de la clínica.

El peliazul entró con mucho cuidado a la habitación del omega, con la mayor delicadeza posible para no hacer algo que perturbara el descanso del hombre. Ahí mismo se despojó de sus prendas superiores hasta dejar su piel expuesta, se dirigió a la cama, pero se llevó el susto de su vida cuando de repente escuchó al otro hablar.

— ¿Estás muy cansado?

— ¡Hyunjin, por favor no me hagas esto! — siseó.

— Vale vale, lo siento — una pequeña risa se le escapó al omega — ven aquí.

Jeongin terminó su recorrido, se subió a la cama y acercó su cuerpo al contrario, como si fuera costumbre de toda una vida se abrazó al pecho del omega, quedando en perfecta posición para escuchar los latidos de su corazón y acariciar con delicadeza el vientre ajeno.

— ¿Por qué estás despierto a esta hora? — no puede evitar cuestionar el alfa.

— Mi sueño estuvo más ligero precisamente porque no sabía nada de ti, quería estar al pendiente por si llegabas o te ibas a tu apartamento y me dejabas algún mensaje. — jugó con el suave cabello de Jeongin entre sus dedos mientras hablaba.

— Lo siento mucho, por lo de hoy...

— No te preocupes, igual podemos ir cualquier otro día, no es como si el centro comercial fuese a desaparecer de la noche a la mañana — le dijo con calma — Además, así puedo seguir aprovechándome de ti y apropiarme de todo tu armario — bromeó.

Su leve risita se mezcló con la del peliazul, y les precedió un tranquilo silencio. Siguió acariciando el cabello ajeno mientras se permitía a sí mismo disfrutar el momento. Disfrutar tener a Jeongin entre sus brazos, a su lado, sin terceros y en un espacio únicamente de los dos. Porque en la habitación solo prevalecía su aroma en perfecta fusión con el del alfa.

— Me avisaron de imprevisto sobre el cambio de horarios... — después de un rato se escuchó la voz del menor otra vez — De lo contrario te avisaría sin dudar.

Hyunjin quisiera decirle que eso no es realmente necesario, que no importa si no le avisa nada, que no está en obligación de hacerlo; pero eso lo convertiría en un completo mentiroso. Porque lo cierto es que le encanta que sea atento y lo tenga tan en cuenta en sus cosas.