Después de la derrota de José Porla y la construcción del gremio. Varios miembros fueron llevados a un salón grande con un joven calvo con capa que les mostrará un mundo donde no existe la magia.
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Después de la derrota de José Porla y la construcción del gremio de Fairy Tail, Natsu y equipo llegaría al Gremio, grande fue su sorpresa al ver que Juvia y Gajeel se habían unido. Después de que el pelirosa discutiera con Gajeel aparece una bola de luz y se lo lleva (no se me ocurrió otra cosa :v)
Al otro lado del portal se veía un salón grande, lo único que tenía la habitación era una pantalla grande, asientos y algo de comida, de pronto la luz aparece y deja a nuestro invitados.
¡Oye stripper, ponte ropa! – exclamo Natsu dándole un golpe en la cara a Gray
Oblígame maldita flamita – respondió Gray con un golpe a Natsu.
De pronto empezaron a iniciar su típica pelea, una pelirroja vería esto y se acercaría con una mirada seria.
Ustedes dos dejen de pelear – hablo la pelirroja llamada Erza dándoles un golpe en la cabeza a los dos dejándolos en el suelo.
S-Si – dirían los dos con un chichón en la cabeza.
Típico de esos dos – dio un suspiro una rubia llamada Lucy.
Maestro, ¿Sabe que paso? – pregunto una peliblanca llamada Mirajane.
No estoy seguro Mirajane, ¿Podría ser obra de un Gremio Oscuro? – respondió un enano llamado Makarov serio.
¡Gray sama! – exclamo una peliazul llamada Juvia que iba corriendo hacia Gray – Juvia pregunta si Gray-sama está bien – diría preocupada.
Sí, estoy bien – respondió Gray levantándose alegrando a Juvia.
Oigan, ¿Por qué hay asientos? – pregunto la bebedora llamada Cana.
También hay comida... y mucha – hablo Elfman.
¡Comida! – exclamaron Natsu y Happy corriendo hacia la comida sacándole a todos una gota de sudor.
Antes de que alguien dijera algo, se escucharon unos pasos. Todos voltearon donde se escuchaban y vieron una puerta, al otro lado de la puerta había alguien tratando de abrirla.
Demonios, ¿Quién le puso seguro a la puerta? Ah, fui yo... – pregunto una voz masculina que estaba del otro lado de la puerta tratando de abrirla sacándole a todos una gota de sudor – No hay de otra que abrirla a mi manera.
Todos se extrañaron al escuchar lo que dijo, pero antes de que alguien hablara la puerta fue destruida, haciendo que todos se pongan en guardia.
Cof, cof... creo que exagere, espero que esa mujer no venga a molestarme – una voz masculina se escuchaba entre el humo, después de disiparse el humo. Se sorprendieron al ver a un joven calvo con un traje amarillo, capa blanca, guantes y botas rojas – Rayos, mi traje ahora tiene polvo – dijo el calvo con capa quitándose el polvo.
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