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Se suponía que era una simple poción para ayudarlos, se suponía que debía ayudar con su magia, porque.. ¿Para que más estaría haciendo una poción y entregársela a su mejor amigo? No debería ocurrir nada malo.
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Decisiones imprudentes
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"¿Sigues molesto?" Preguntó Aquino fijándose en el trigueño y como este se movía en varias partes, releyendo en ocasiones el libro del castaño.
Adrián se detuvo por unos momentos, soltó un suspiro y se volteó hacia el moreno, "Aquino, no estoy molesto.."
Ambos se miraron fijamente por un momento, la mirada triste de Aquino sólo indicaba disculpas, mientras que la de Adrián era comprensiva y dolida.
"Lo siento" murmura levemente el moreno, notando como el contrario sólo negaba levemente con su cabeza. "No debes disculparte por amar a alguien."
"No puedo evitarlo, me siento culpable, realmente soy una mala persona.." Aquino se sostuvo tratando de abrazarse a si mismo, aprieta sus ojos arrepentido recordando por unos momentos la tarde anterior.
"Aquino, no eres una mala persona, nunca tuviste la intensión de que la poción tratara de eso."
"¡No! Pero sabiendo que lo podía empeorar si le daba el mínimo afecto amoroso, y lo besé.. mierda, lo besé.." Adrian arruga su ceño y solo se acerca a abrazarlo tratando de relajar los nervios de Aquino.
