Prólogo

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Sacó sus manos de entre las mías y las llevo a mi cintura, me tomó con un poco de fuerza y comprendí que intentaba no volver a lastimarse. Sin darme cuenta puse mis manos sobre su pecho desnudo y sentí lo rápido que latía su corazón.

— D tu corazón late muy rápido.

— Tenerte de esta forma me afecta — bromeó, pero cuando sus ojos me miraron dudé si en verdad solo había sido una broma —. Quiero besarte Alana.

Prácticamente fue un aviso pues sus labios tomaron los míos antes de que procesara lo que había dicho. Torpemente traté de devolver el beso, pero entre la sorpresa y la desesperación con la que me besaba se me estaba haciendo una tarea difícil.

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