Único

77 10 15
                                    




Mingyu suspiró embobado. 

— ¿Por cuánto tiempo vas a seguir observando? Sos tan pasivo en la vida.

A su lado, Jihoon, su amigo de casi toda la vida, estaba frustrado. Y Mingyu entendía porqué, sin embargo, no había nada que él pudiera hacer. Wonwoo había rechazado cada uno de sus avances y sus regalos, él no entendía porqué. Su mamá y su abuela siempre le habían dicho que él era hermoso, con su sonrisa de ensueño y su piel canela. Más no parecía ser eso suficiente para el pálido que inundaba sus sueños más íntimos. 

Este era su último año en la secundaria Pledis, pronto se graduarían, pronto sería el baile de fin de curso y su viaje de despedida con sus compañeros. Él deseaba con todo su ser al universo por una oportunidad con quien era su crush desde hace tres años consecutivos. En el momento en que Jeon Wonwoo pisó Pledis como estudiante nuevo, Mingyu no pudo quitarle los ojos de encima. 

Justo en ese momento, el objeto de sus ensoñaciones, estaba riendo con sus amigos, que siempre le rodeaban como si fueran su equipo de seguridad personal, cuando sus ojos se cruzaron y Wonwoo lo observó con una sonrisa en sus labios que fue disminuyendo a una sonrisa que no mostraba sus dientes. Mingyu se sintió desilucionado hasta que vio que la sonrisa aún estaba allí, y quizás le pareció ver un leve sonrojo en el rostro del menor, Mingyu no creía lo que veía. Aunque, tan rápido como lo notó, no fue lo suficientemente rápido, ya que el mayor fue oculto de su vista gracias a Yoon Jeonghan. Su hermano. 

Frunció su ceño, estaba disgustado. Odiaba a Jeonghan en ese momento. 

Miró hacia su amigo, soltando un suspiro. — Ya hice mis movimientos un montón de veces, Jihoon. O me dice que no, o están sus amigos llevándoselo lejos. 

Jihoon sopesó la información. — Siempre es con su hermano con quien mayor tiempo pasa, y con Wen JunHui. —Pensó un poco de tiempo más hasta que chasqueó sus dedos, como encontrando la solución—. Lo tengo, déjamelo a mí, voy a quitar a esos dos del camino y a los demás. Entonces hablarás con tu amado Wonwoo, —los ojos serios de Jihoon se posaron en él en ese momento—, pero si él te rechaza una vez más, quiero que pares con esto. Porque entonces no te merece, ¿entendiste, Mingyu? 

El más alto no pudo ocultar su felicidad, y levantándose de su asiento en la cafetería, agarró al más bajo por los costados y lo alzó en un abrazo. Ambos giraron mientras Mingyu exclamaba muchos "gracias" y al finalizar su festejo, lo dejó en el suelo con un sonoro beso en su mejilla. Jihoon no podía estar más rojo de la verguenza, miró hacia todos lados, calmandose al notar que la mayoría, si bien los vieron, hicieron caso omiso. 

— No vuelvas a hacer eso. 

Mingyu aún sonreía. — Te quiero, hyung. Iré a mi clase ahora. 

Y con eso, Jihoon vio desaparecer a su amigo, se sentó un momento más hasta que tomó sus demás cosas y también se fue de la cafetería a su próxima clase. 

Lo que ninguno de los dos notó, es que Wonwoo miró toda la escena con una seriedad poco usual en su rostro. Para luego levantarse, dejando a sus amigos en mitad de una charla. 


***


Más tarde, esa misma mañana, Mingyu se encontraba guardando los libros en su casillero, su amigo Jihoon estaba un poco más allá y le hizo señas para indicarle que empezaba su operación. Vio desde allí como Jihoon hablaba con Choi Seungcheol, mariscal de campo, y con Xú Minghao, líder del taller de arte. Mingyu no tardó en entender de qué se trataba todo, cuando vio a los chicos asentir y avanzar hasta donde se encontraba Yoon Jeonghan y Wen Junhui a los lados de Wonwoo; Jihoon le guiño un ojo y se alejó hacia la salida al patio de Pledis. 

Mingyu trató de fingir que aún tenía algo que hacer en su casillero, esperó hasta que los chicos dejaran solo a Wonwoo, y cuando este estaba aún acomodando sus cosas para irse, Mingyu se acercó a él. Lo tomó por sorpresa. 

— ¡Hola! 

Alargó la "a" de  manera alegre. Wonwoo rebotó en su sitio debido al susto y su mano derecha voló a su pecho, para calmar sus repentinas pero erráticas respiraciones. Cuando sus ojos se cruzaron, Wonwoo lo miró con el ceño fruncido, y terminó de guardar sus libros. 

— Hola, Mingyu. 

El menor instantáneamente se puso nervioso, sin saber coordinar sus palabras en su mente y con torpeza comenzaron a salir. 

— Tú y yo... quisiera...,¿ baile, venir conmigo? —Mingyu se puso rojo como un tomate al mezclar todo y quiso golpearse a sí mismo—. Digo, es que, yo quería, si tú...

Wonwoo lo miraba sin entender mucho al principio, solo cuando logró entender a dónde se dirigía, algo iluminó sus ojos y entonces se rió, soltando una carcajada producto de la ternura que le dio el menor. 

Mingyu no sabía dónde meterse, su crush se estaba riendo de él, no había peor destrozo para su corazón que eso. Apenado, bajó la mirada y se rascó la nuca, más abochornado que nunca. Él quería correr. 

—Yo... ¡lo siento, hyung! —Estaba dispuesto a salir disparado de allí tan rápido como jamás había querido, solo que al darse la vuelta, algo sostuvo la manga de su suéter. 

Se dio la vuelta sorprendido, solo para abrir sus ojos aún más al darse cuenta de que era Wonwoo quien lo detenía. Este tomó ahora su muñeca delicadamente y le sonrió, bucando calmar al menor. 

— Termina lo que ibas a decir, por favor. 

Pidió Wonwoo, pero este se negó rápidamente. — No.

— ¿Por qué? 

Mingyu dudó, al ver los ojos de quien era el dueño de todos sus sentimientos y hacia latir a su corazón como un loco. 

— Porque dirás que no, hyung. Y mi corazón no puede sosportar otro rechazo de tu parte. —Resolvió Mingyu, aunque no esperó ver tal tristeza en aquellos ojos rasgados, que lo miraban aún con una última esperanza de que le dijera aquello por lo que se había acercado. Mingyu tragó saliva, decidiendo arriesgar su corazón.— Yo quería... invitarte al baile... y a salir, hyung. 

Mingyu cerró sus ojos, él no quería ver cuando Wonwoo nuevamente lo rechazara. Sin embargo, algo cálido se posó en su mejilla, haciendo que abriera sus ojos y se diera cuenta que aquello cálido era la mano de Wonwoo; su hyung lo miraba con mucha ternura, le sonrió antes de hablar. 

— Siempre tan tierno. 

Mingyu quería decir algo, pero no estaba entendiendo nada y tampoco podía hablar debido al shock del momento. 

— Sí, Min. 

El menor no daba crédito a lo que escucharon sus oídos. — ¿Qué?

Wonwoo soltó una risita. — ¿Vas a hacerme repetirlo? 

— Todo lo que sea necesario. —Mingyu fue serio en ello. 

El mayor tomó ambas mejillas del contrario, y poniendose de puntas de pie, se acercó hasta dejar un pequeño pico en los labios del menor. Al alejarse, ambos abrieron los ojos con lentitud y Mingyu sonrió como un tonto, el mayor regresó a tocar completamente el suelo y acarició su mejilla. 

— Que sí, Mingyu. Que sí.



KESI - O.S. + spinoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora