La Chica De La Apuesta.✔

Capitulo 6|La cabaña.

El miedo me invade pero al ver que Izan los hecha a todos me tranquilizó un poco, aunque no dejo de mojarle la cara con el agua a toda presión.

— ¡CIERRA!— Grito y el rápidamente lo hace.

— Lo siento.— Se disculpa y escucho las risas de los otros chicos.— Solo te llevaba la toalla.

Una vez termino de ducharme me envuelvo con la toalla mojada que había en colgada en el en un enganche y salgo de la ducha.

Ya no hay nadie, ni Izan, ni los chicos, mejor.

Me dirijo hacia donde están mis cosa y comienzo a ponerme la ropa interior, y después la ropa.

Cuando salgo no me encuentro con Izan y el es, el que me a traído, ahora por su culpa tendré que irme andando.

Comienzo a caminar por la acera y la preocupación de que pueda llover inunda mi sistema, ya que las nubes son negras y parecen querer mearse en la gente.

Sigo andando y cuando comienza a chispear, yo comienzo a correr como una loca, pero... la lluvia es una hija de puta y empieza a llover mucho más fuerte.

Ya estoy perdida.

No se ni para que me he duchado...

El sonido de un motor suena por detrás de mi, aparte de que también está tocando el claxon. Me asustó, si, como la mismísima mierda, pero no le hago caso y corro todo lo que no he corrido en educación física.

— ¡Emma!— Grita una voz a mis espaldas.

La lluvia se a hecho muchísimo más fuerte y la verdad es que no quiero pararme a hablar con algún gilipollas.

— ¡Emma, sube!— Dice y entonces cuando me giro me encuentro con una gran moto negra y el dueño....El cual es Ian.— Sube, está lloviendo.— Se a creído que soy tonta ¿O, que?

— ¡Anda!No lo sabia, yo pensaba que estaba mojada, porque hace nada me he duchado y no me he sacado bien.- Digo con sarcasmo.

— Si quieres te dejo aquí, a mi me da igual.— Dice y derrepente comienza a irse.

— ¡Espera!— Le grito.— Llevame por favor.— Le pido.

Retrocede con la moto y se queda quieto.

— A que esperas sube, no te voy a coger en brazos ni nada de eso.— Dice borde.

Me monto a la moto y comienza a conducir rumbo a no se donde, porque yo mi dirección no se la he dicho, que igual sabe donde vivo y por eso no me ha preguntado.

Igual es eso.

La lluvia no se calma, solo empeora y la verdad es que me arrepiento de haberme subido a la moto, porque los truenos me dan miedo y lo único que consiguen es que abrace mucho más fuerte a Ian.

— ¡Tenemos que parar!— Grita por el ruido que hace la lluvia.

— ¿!Por qué¡?— Pregunto de igual forma.

— ¡Es muy peligroso seguir, la lluvia es muy fuerte!

No digo nada más y veo como el empieza a dirigir la moto a una cabaña de madera que en mi vida he visto, aparca la moto en un lado y los dos nos bajamos de la moto. El va directamente a la puerta cerrada de la cabaña y yo lo sigo, para haber que hara.

— ¿La puedes abrir?— Pregunto, al ver que hace cosas raras con el cuerpo.

— Eso intento o no lo ves.— Dice volviendo a pujar su cuerpo contra la puerta.

Después de unos segundos consigue abrir la puerta.

— Las señoritas primero.— Dice a un lado de la puerta y haciéndome una señal con la mano, para que pase.

— Gracias.— Digo pasando por la puerta, para encontrarme con una casa bastante acogedora y bonita.

— Esta noche la pasaremos aquí, así que ponte cómoda.— Dice y se sienta en un sofá.

— Vale.— Digo sentandome a su lado.— Gracias por el viaje.— Le agradezco.

— No es nada.

— De igual forma gracias, porque cuando he salido Izan ya no estaba.— Digo.

— Ya, lo he visto correr con sus amigos hasta un coche.— Dice.

— Oh...

Vamos que a visto la lluvia y se a olvidado de mi.

— Voy a ver la casa.— Digo.

— Lo que quieras.— Dice como si nada.

Me levanto y comienzo a verla, la casa es pequeña en si y lo que veo desde este pequeño comedor es una chimenea, un baño que está al lado de una puerta cerrada y una mini cocina que no tiene puerta, y por eso puedo verla.

Decido entrar al cuarto cerrado y como me esperaba en una habitación, bastante acogedora. Salgo de la habitación y me encuentro con Ian haciendo un fuego en la chimenea.

Ian es guapo...

Pero a mi me gusta Izan.