Mamá, ¿te gustan los italianos?

18: vamos a matar a Laia

Asesino con la mirada a mi mejor amiga y comienzo a planear su funeral.
Mis padres me miran interesados y yo, por supuesto, estoy cada vez más molesta.

¿Qué podría seguirle el juego y así mis padres pensaran que era todo una broma? Pues si, pero no he caído hasta ahora.

Cojo otro churro y me lo llevo a la boca aún con mis ojos fijos en Laia quien come con una sonrisa ladeada.

- ¿Y cómo se llama el italiano? - dice mamá hablándole directamente a Laia.

- Come y calla - la señalo con el churro a medio comer y ella ríe. - No existe ningún italiano, lo está haciendo para que os ilusionéis con que en ocasiones ligo.

- Tengo una hija muy guapa y no me extrañaría que hubiese muchos chicos detrás de ella - dice papá rascándose el bigote.

Lo que me faltaba.

- Papá, es que me miras con buenos ojos, pero no te preocupes que no me quiere ningún hombre.

- O no te aguanta, que eso es otra cosa eh - gracias papá, el completar mi frase no era necesario.

- Qué pasa, ¿hoy es un todos contra Gabbi? - digo molesta mientras bebo del cacao. No es broma, empiezan a molestarme y más si es tan temprano.

- Solo queremos saber sobre el chico italiano, ¿la pizza era casera?

- Y tanto que lo era, de nada por darle la dirección - murmura Laia orgullosa y sonríe al ver la aprobación de mis padres. No por el chico, sino por la pizza. Lo del chico pues ya se verá.

- Hija podrías invitarle a comer algún día - dice mamá con los ojos brillosos.- ¿Va a ser el primer novio que conozca? Porque el otro no cuenta, era un estúpido y encima se fue con tu hermanastra.

Si, después cuento la historia de Elisa, porque probablemente os haya descolocado.

- Dejadme ya, por favor.

- No metáis a Elisa en medio - dice papá serio y yo solo blanqueo los ojos, mamá en cambio frunce el ceño. El tema Elisa es algo que siempre le va a molestar.

- ¿Hoy vas a quedar con Damiano? - pregunta Laia obviamente para evitar que mis padres discutan y con la mirada se lo agradezco, pero obviamente voy a montar el numerito, y si, obviamente es para seguirle el juego.

- Para ser tan lesbiana parece que el italiano te guste - abre la boca y me lanza un trozo de churro.

- También te digo, ese chico enamora a todo el colectivo - dice sonriendo e intentando molestarme, pero es que no ha mentido.

- ¿Tienes alguna foto? - me pregunta mamá curiosa y Laia asintiendo le enseña la foto. - Los italianos es que siempre van a ser guapos, mira cielo - mamá le enseña la foto y papá hace una mueca.

- Al menos matar de hambre no va a matar a mi pequeña, pero espero que en la Eurocopa pierdan - se cruza de brazos fingiendo estar enfadado, obviamente solo está poniendo la pose de padre celoso.

- Papá, los italianos son muy buenos jugando al fútbol - hace una mueca.

- Gabbi, ¿también son buenos en lo que no es el fútbol? - pregunta Laia y por su maldita culpa echo el cacao por la nariz seguido de un ataque de tos.

Os juro que la voy a matar.

Después de desayunar Laia se fue a no se donde porque había quedado con no sé quién. Me lo ha dicho, pero como estaba con el modo: estoy enfadada; pues nada, no me he enterado de nada.

El tema Elisa, no se me ha olvidado, sentaos porque se viene curvas.

La verdad que es algo que no entiendo como mi madre ha perdonado, pero bueno, así es el amor, ¿no?