Las personas pasaban, las aves trinaban. Un hermoso horizonte en frente.
Y claro, un amigo muy molesto sentado a mi lado.
-No quiero trabajar en el proyecto-Josh bebe agua antes de seguir hablando-. No con ella.
-¿Qué tiene de malo?-pregunté.
-Es la rara-responde con simpleza.
Lo miro por el rabillo del ojo.
-¿Cómo que rara?-me sale un risa burlona-¿Es la típica callada que se hace a un lado?
-Al contrario-niega-. Habla demasiado. Dan ganas de agarrar una cinta adhesiva y pegársela en la boca-no puedo evitar reír-. ¿Te parece gracioso?
Me encojo de hombros.
-Tal vez solo quiere atención.
-Créeme, le sobra-replica.
Finjo interés.
-¿Ah, sí?
-Sí, lo admito. Es linda-dice-. Se ha ganado la vista de muchos chicos, pero ella ha alejado a todos siendo como es.
-Uh, que pena.
En realidad, no tengo nada que opinar.
-Se me ocurre algo, hazte pasar por mí -¿Cómo se le ocurre?
Doy un pequeño chasquido con mi lengua.
-No.
-Chase, por favor-ruega.
Se ve ridículo.
-En primer lugar,-levanto mi mano y enumero- no estamos en el mismo instituto. Segundo, no nos parecemos en nada, sería obvio. Y tercero, es estúpido.
En realidad, debí empezar por lo que es estúpido.
-Bueno, está bien. Tienes razón-parece que se va a rendir, pero no- Traspaso.
-¿Cómo dices?
-Sí, si vas al menos al mismo instituto se podría. Tú trabajarías con ella y yo con alguien más.
-¿Ese es tu plan?-pregunto, incrédulo.
-Básicamente, sí.
-Tengo beca-le recuerdo.
-Aquí viene la mejor parte. No pierdes nada. Ni un peso-dice emocionado-. Sólo muevo un poco de muñeca con mi padre, y puf, estás dentro.
-Ya, ajá-digo burlón- ¿y yo qué gano?
-Que te parece... ¿Dos poleras de dos de tus bandas favoritas?-propone.
-Meh-puedo conseguir eso.
-Está bien, está bien-chasquea los dedos y se pone a pensar-. Diez poleras y cuatro pósters, ¿qué tal eso?
Lo medito por un momento, suena razonable.
-Bien-acepto-. Quiero también unos airpods nuevos.
-¿Qué?
-Acepté ir a tu instituto-le aclaro-. Ese es un pago. El otro pago vendría a ser después hacer el trabajo con esa chica.
-Pero-
-Sin la seguridad de obtener eso, no hay trato. Ni hablaré con la chica-digo, tajante. Mi última palabra.
-Muy bien-dice a regañadientes-. Tendrás eso más. Te haré llegar las cosas dentro en unas horas, te prometo buena calidad-se levanta y empieza a alejarse caminando.
-Josh-me llama.
-¿Ja?
-¿Cómo se llama?-digo sin mirarlo, aclaro-. La chica.
-April-lo oigo reír antes de irse-. Pero le dicen Meme. Adiós.
Uh, Meme.
Espera, ¿Meme? ¿A quién se le ocurre?