Capítulo 21

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Eran cerca de la 1 de la madrugada. La aldea continuaba estando a oscuras, solo eran pocos los que se encontraban despiertos.
Y como era de esperarse, Garu se encontraba en su habitación preparándose para partir. Se había colocado su traje ninja que lo definía como ninja de Shina, era de un color negro con toques rojos, tenía un protector en su torso y muñecas, ambos de color plata. Llevaba en su cinturón un par de mochilas que contenía kunais y estrellas ninja.

Tras asegurarse que tenía todo, tomó su katana en mano y salió para dirigirse a las escaleras, teniendo cuidado de no hacer ruido y no despertar a nadie. Pero, para su sorpresa, la luz de la sala se encontraba encendida. En ella, se encontraban todos a la espera de que él bajara.

Sin duda, esperaba no dramatizar con las despedidas, las detestaba. Por mucho se conformaba con el abrazo que recibió antes de irse a su habitación, pero al parecer, ellos querían hacerlo bien cuando el saliera por la puerta. 

De todos, Aika fue la primera en acercarse a él, le abrazo conteniendo sus lágrimas, para no alterar a su madre. El siguiente, fue Gura, que se unió al abrazo de sus hermanos. Para ambos menores, les preocupaba que su hermano se fuera, tendría que arriesgarse a que no le capturaran.

Al separarse, Garu pudo ver a su madre en el mismo sillón, no podía verlo sin tener la necesidad de llorar.
Camino de forma lenta hasta estar frente a ella, dejando a un costado su katana para que no le fuera una molestia, y se hinco ante ella para estar a una misma altura.

Sara: lo siento, debí tener cuidado. 

Desde que se enteró, no paraba de lamentarse por el descuido que tuvo en la pelea, porque a eso, no podría cuidar a su hijo, a ninguno.

Garu: no mamá, no es tu culpa.

Sara: por favor, ten mucho cuidado. [su voz temblaba]

Con cuidado, Garu se acercó a su madre y la abrazó para poder consolarla.

Garu: lo tendré mamá.

Sara: vuelve a casa, cariño. [dijo en susurro a su hijo]

Antes de separarse, Sara de acerco lo suficiente para darle un ultimo beso en la frente, deseando en sus adentros para que no fuera el ultimo. El único del que faltaba en despedirse era su padre, pero al parecer, opto por ir acompañarlo hasta la gran puerta.

Sin más, Garu salió por la puerta sin siquiera poder mirarlos a la cara una ultima vez, sabia que no se resistiría. Odiaba ser tan blando a veces. 

Una vez estando afuera, ambos hombres se dirigieron a la gran puerta de la aldea. En el camino, ambos se mantenían callados, después de todo la tención continuaba desde que hablaron en el hospital.

A lo lejos bien que podían ver como la gente se reunía y despedía, la mayoría estaba llorando. Pero el resto trataba de mantenerse fuerte, y sereno ante tanta tristeza.

Takeshi: hijo. [Llama su atención] No quiero que te vallas sin aclarar las cosas. Ahora se lo molesto que debiste haber estado cuando te enteraste. Ahora soy yo quien no puede hacer nada.

Él en cambio no decía nada, no era el momento para hacerlo, su padre se estaba disculpando, aún cuando en realidad no había hecho nada.

Takeshi: solo quiero que tengas cuidado, no te alejes del resto y vuelve a casa. [Sin hacerse esperar lo abrazo]

Era lógico, no le gustaba mostrarse débil ante su familia, solo eran pocas las ocasiones en se mostraba así. A eso, Garu bien sabia que él hacia un esfuerzo, por ello, de igual manera le abrazo mostrándole lo arrepentido que igual estaba de haberle alzado la voz.

No Importa Que... [Garucca] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora