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𝒂𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒚? - 𝑝𝑒𝑟𝑚𝑖𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑡𝑜 𝑑𝑎𝑛𝑐𝑒!
podrán leer todo tipo de one shot, imaginas, reacciones, etc, de los chicos con temática soft/tierno para alegrar el día con un po...
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─¿Crees que los opuestos se atraen? ─al decirlo, inmediatamente se estremeció ante lo inapropiadamente alto que había sonado tu voz en el jardín silencioso. Encerrándote en sus brazos, tarareó pensativo─. La ciencia lo dice.
─La ciencia lo dice ─repetió en voz baja, acurrucándote contra su cuello. Tu tono serio alejó su atención de las estrellas serenas hacia tus mejillas hinchadas debajo de su cabeza. Con el cabello recogido en un moño desordenado, las espinillas brillando en tu rostro, labios magullados por morder en exceso, aún te veías suave. Como en casa, la que él había dejado hace años pero la había encontrado de nuevo en ti. En tu cara. Entre las arrugas de tus labios y las líneas de tus palmas. Era más bien extraño para él también. Extraño como siempre olías a calidez, comodidad y confianza.
─¿Por qué preguntas, amor? ─murmuró con su voz ronca, curioso por tu repentina y profunda interrupción. Siempre encontraba tus pequeños pensamientos aleatorios intrigantes hasta el punto de que casi sentía envidia de tu inocencia.
─Hmm ─inclinando el cuello, chasqueaste la lengua antes de picotear su mandíbula─, quiero decir que somos tan diferentes, ¿crees que siempre encontraremos formas de consolar los defectos del otro? ¿Seríamos lo suficientemente tolerantes para el resto de nuestras vidas? Todo el mundo se quiebra en un momento, ¿no?
Tan pronto como completó su paseo, escondiste tu rostro en su cuello, evitando sus hermosos ojos. Esperabas una broma, pero no llegó ninguna. Se quedó en silencio de nuevo y tú también, casi como un ritual. Hacías una pregunta extraña y él se reía o se quedaba callado.
Tarareó de nuevo, tú también lo seguiste.
Después de lo que pasaron como minutos, sintió tu respiración tranquila y suaves ronquidos. Sonriendo para sí mismo, te abrazó con fuerza, casi protectoramente, aunque no había nadie que te hiciera daño.
─Estaremos bien, (t/n) ─susurrando en tu cabello, cerró los ojos.
Y deseaba poder protegerte de tus pensamientos también.
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Autor y Lugar; sly-merlin (incluyendo la imagen de Tae)
