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Febrero 1994
Los Gojo y los Murakami, desde hace siglos han tenido una gran cercanía.
Desde que el político Sugawara no Michizane y el Emperador Uda se conocieron. Cuando se formaron aquellos clanes siendo descendientes de esos dos grandes personajes, pelearon mano a mano en contra de las maldiciones.
Y por esa razón han mantenido esa "amistad" durante todo este tiempo.
Debido a esa cercanía, tienen reuniones cada cierto tiempo.
Y en este día, habría una reunión.
Los Gojo acudirían a la residencia Murakami, y con ellos estaría el famoso Gojo Satoru.
Para él, no era nada nuevo el tener visitas o visitar a los demás clanes, después de todo muchos de ellos tenían curiosidad por ver al "niño de los seis ojos".
Aprovechando la distracción de sus padres, salió al jardín a admirar su alrededor. La residencia no era muy diferente a su hogar.
El jardín estaba poblado de narcisos, jasmines, hortensias, entre otras flores, todas ellas blancas y algunas azules.
El aroma era agradable.
Siguió caminando por los alrededores, no había nadie quien pudiera delatarlo, de cierta manera era algo bueno.
Hasta que escuchó unos sollozos, y la voz de un niño. Se dirigió hacia donde provenía aquella voz, si era la voz de un niño, pero no logró ver su rostro.
Cuando aquel niño se fue logró ver a una pequeña niña que estaba en el suelo, su cabello (c/c) estaba sujeto en una trenza dejando algunos mechones cubriendo su frente. Su kimono era blanco con lila. Y ella era la que estaba llorando.
Se acercó lentamente hacia ella y cuando estuvo a 3 pasos de distancia, se detuvo. Esperando alguna reacción por parte de ella.
-¿Por qué lloras? - llamó su atención, cuando ella levantó su rostro pudo ver que sus ojos eran violetas, pero había algo más en ellos, no sabría decirlo con exactitud, aún no.
- ¿Quién...? ¡Usted debe ser Gojo-sama! -
hizo una reverencia aún estando en el suelo (inserten a Yuuji disculpándose xD)
- Sí, Gojo Satoru... ¿Y tú? - le miró con confusión.
- Murakami (T/N). Es un placer conocerlo, Gojo-sama.
