Accept the Loss

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La luz de la luna entraba por la ventana iluminando tenuemente el cuarto. Era una noche mas bien fría y el viento que corría afuera de la casa revelaba una tormenta que se acercaba.

Estaba completamente sola en el cuarto. Calum no estaba o por lo menos no aquí. No conmigo. ¿Se habría ido?

Un ruido de pasos provenía del siguiente cuarto. Podría ser Calum o Mali. O no. Agarré el arma que había dejado en mis pantalones anteriormente. Extendí mis brazos hacia adelante y lentamente me acerqué al cuarto donde estaba Mali Koa. Sin hacer ningún ruido me asomé por la puerta de la habitación. Ella se encontraba durmiendo plácidamente en la suave cama, lo que hizo que me relajara un poco. Ella estaba bien.

Otra vez escuche un ruido que venía del mismo cuarto e hizo que subiera mi alerta. Apunté hacia adelante e hice mi camino hacia ese lugar. Lentamente abrí la puerta y pude ver quien se encontraba adentro. La escena hizo que mi corazón se rompiera. No se había dado cuenta de que me encontraba allí, él estaba sentado en el suelo mirando hacia abajo con las rodillas pegadas a su frente. Un pequeño sollozo provino de su boca e hizo que mi estomago se retorciera.

Deje el arma en la pequeña mesa que estaba al lado de la puerta. Sobre ella había unos cuantos portarretratos de la familia que, supongo, vivía aquí. Se veían tan felices. Había olvidado que se sentía estar en familia. Pero ahora no era el momento para preocuparse por eso. Abrí un poco más la puerta, pero él seguía sin mirarme.

-¿Calum?-Pregunte. E inmediatamente levanto su cabeza, pero no sin antes secarse las lagrimas que corrían por sus mejillas. Sus ojos estaban hinchados de llorar, sus labios temblaban y la luz que entraba por la ventana revelaba el color rojizo de sus mejillas. Debía haber estado llorando por horas, sus pequeños ojos demostraban tanta tristeza que no pude evitar angustiarme más. Dios, me hacia tan mal verlo de esa manera.- Por Dios, ¿qué sucede?

Inmediatamente corrí a su lado a abrazarlo, tome sus hombros entre mis manos y apoye su cabeza en mi pecho. Coloque mi mano derecha en sus brazos y traté de darle consuelo masajeando su espalda de arriba abajo.

-No es nada es solo que…-No pudo terminar la frase. Enseguida comenzó a soltar lágrimas nuevamente. Sus sollozos se hicieron más audibles, tanto. No podía verlo así.  Comenzaría a llorar yo si me dejaba ir. Pero no podía permitírmelo. Alguien tenía que ser fuerte ahora.- ¡Dios! Hace tanto no lloraba así, pero no puedo seguir con esto, mis padres… ¡NO! ¿Por qué? No creo que pueda… No…–Dijo y volvió a sollozar en mis brazos.

-No digas eso…Puedes hacerlo…piensa en tu hermana. Ella te necesita aquí, más que nadie. Piensa en mí. Te necesito también. No podría hacerlo sin ti tampoco.

 Soltó lágrimas hasta que no pudo más. Pero estaba bien, necesitaba descargarse. Había sido fuerte tanto tiempo. Y hasta las personas más fuertes necesitan  un descanso. Necesitaba por una vez dejar de ser fuerte y desquitarse de alguna manera.

Luego de unos minutos de estar recostados, se separo de mi y tomo mi rostro entre sus manos, sentándose enfrente mío. No dijimos nada. Ninguno lo hizo. No era necesario tampoco. Nuestros rostros hablaban por nosotros entonces me di cuenta de que no podía dejarlo ir. Jamás.

Lentamente se acercó a mí y beso mis labios. No pediría cambiar este momento nunca. Estaba tan concentrada mirando sus labios que dos pequeñas y casi inaudibles palabras se escaparon de los míos. Pero aun así, él pudo escucharlas.

-Yo también te amo. –Respondió sonriendo. Me alegraba tanto saberlo. El que simpatizara con mis sentimientos me daba un alivio grandísimo.

-Volvamos a dormir, ¿sí?

-Claro.

Volvimos a la habitación donde estábamos anteriormente. Me recosté de lado, mirando hacia el lado contrario de la ventana que daba a la calle y unos segundos después Calum se acerco a mí y pego nuestros cuerpos. Pasó su mano por mi cintura y me abrazó, acercándonos un poco más. Nos tapó con el edredón para protegernos del frío que entraba por la habitación.

-Gracias. –Susurró en mi oído.- Te amo. –Dijo nuevamente, antes de dormirse profundamente.

-Yo también.-Dije pero creo que no pudo oírme. Sonreí una vez más y decidí descansar un poco más antes de que se hiciera de día.

The Last of Us- c.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora