La ropa es rasgada, el solo sonido de esta hace que se le haga agua la boca.
Es la fuerza, el poder que Seijuuro imprime para romper algo que sabe no es tan fácil. Si eso hace con su ropa ¿Qué será lo que le hará a su cuerpo?
¿Placer? Bueno, Seiju...
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Realmente no sabe cuándo es qué desarrollaron esa... peculiaridad.
Tampoco sabe cómo es que su pareja supo darse cuenta, una especie de lectura mental o algo por el estilo.
Sufre mucho con ello, porque pese a que es algo que le gusta, le llena después de una vergüenza que lo obliga a quedarse en la cama, hundiéndose en su mente en busca de respuestas.
Pensándolo bien, mientras le hecha un vistazo al pasado, una parte de su mente; sino es que toda ella, le hecha la culpa a su pareja. Totalmente.
Porque conociéndolo como lo conoce, está seguro que Seijuuro fue el que le alimento el chistecito.
O quien lo inicio. La fuente de donde proviene todo.
Kouki en un principio no se había dado cuenta de su "afección", no era algo de lo cual pensaba, pero con forme el tiempo fue pasando y las muchas prendas fueron amontonándose en una bolsa dentro de su armario, fue que lo conecto.
¿Qué demonios está pasando?
Y no fue solo su armario, fue que lo vio en el de Seijuuro que lo comenzó a pensar con mas paciencia. Por supuesto; al pelirrojo no le importaba, porque al parecer Seijuuro lo sabía desde algún tiempo, es por ello que ya tiene varios cambios para él listos cuando sabe que van a verse; lo incita, alimenta a ese monstruo en su cabeza.
Kouki no sabe como tomarlo, como frenar esa creciente necesidad. ¿Lo hará? ¿Se detendrá? O permitirá que esa bestia se haga mas grande, dejando que su pareja le ponga una correa al cuello, atándole para siempre a su merced.
Sin saber siquiera que es Seijuuro quien esta mas hundido en ello que él.
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Seijuuro tiene un plan esa tarde. Hacia casi dos meses que no habían podido verse debido a la escuela, los partidos y sus muchos trabajos en la empresa de su padre. Una parte de si mismo se siente mal por tener que obligar a Kouki a esa relación a distancia, sabiendo lo mucho que lo ama, pero otra que le susurra al oído, sabe que precisamente la separación los une mas cuando por fin se encuentran.
