Ha pasado un mes encerrada en esta cabaña conmigo y aún no nos hemos matado mutuamente, debo reconocerle el mérito.
Desde el día que mi álter ego se descontroló al tocarla, evito cualquier tentación que me lleve a lo mismo, pero hemos firmado una tregua y parece que al menos nos llevamos bien, cosa que agradezco porque mi madre me ha informado y El Círculo está empezando a ponerse nervioso.
Ishtar está sentada en un tocón en el jardín mirando su muñeca embelesada y yo hablo por teléfono de nuevo con mi madre, aunque esta vez no busco saber cómo van las cosas, quiero hablar con alguien que le haga más llevadera la situación a la chica ángel.
Cuando la voz temblorosa aparece al otro lado del teléfono, sé que mi madre ha conseguido llegar hasta ellos sin problema y me acerco a Ishtar.
- Hola. - me saluda ella con una débil sonrisa.
- Hola. - intento sonreír de vuelta, pero creo que me sale más bien una mueca.- Tengo a alguien al teléfono que quiere hablar contigo.
Ella me mira confusa y yo le paso el teléfono y me siento en unas sillas de jardín cerca, pero dándole espacio.
- ¿Mamá? - la oigo balbucear mientras su voz se rompe.
Ishtar habla con sus padres un buen rato y les cuenta que está a salvo, que yo no la he matado ni nada de eso y que volverá a verlos pronto. La escucho explicarles bien lo sucedido mientras su cara se llena de lágrimas y finalmente cuelga el teléfono y lo deja a un lado.
Ishtar se tapa la cara con las manos y veo cómo sus hombros tiemblan con el llanto.
Me acerco a ella despacio para coger el teléfono y volver al interior de la cabaña, pero ella tira de la manga de mi chaqueta débilmente y levanta sus ojos marrones y brillantes por las lágrimas hacia mí.
- Gr-Gracias, Dante. - murmura.
- De nada. - respondo mirando su agarre en mi manga
Ishtar se levanta del tocón con torpeza y de abalanza sobre mi pecho en un abrazo que me deja clavado en el sitio.
Ella se acurruca contra mi pecho sin dejar de sollozar y con sus brazos rodeando mi espalda por debajo de la chaqueta.
La siento tiritar, pues el invierno ya empieza a dejarse notar, y finalmente la abrazo para ver si se calma.
Unos diez minutos después, cuando creo que Ishtar va a acabar deshidratada de tanto llorar, siento que se mueve en mi pecho y levanta la cabeza para mirarme.
- Mi padre dice que él tampoco cree que sea simplemente un Ángel. - balbucea ella mientras escanea mis gestos con sus ojos rojos por el llanto.
- Yo empiezo a creer que tampoco. -
Ella guarda silencio un momento y una bombilla idiota se enciende en mi cabeza.
- Llevas mucho entrenamiento completado ya, yo estaba pensando… - comienzo a decir, pero me freno al ver que ella me mira muy atenta con un brillo de esperanza en los ojos.
- ¿Me vas a ayudar a ir al templo para buscar pistas? - una débil sonrisa acompaña a su voz y me empieza a incomodar que estemos tan pegados.
- Con una condición. - respondo por fin suspirando.
- Lo que quieras. -
- Deja de intentar desatar la leyenda provocándome, anda. -
Le sonrío de medio lado y ella hace lo mismo mientras se pone de puntillas y deja un sutil beso que apenas me roza en los labios.
ESTÁS LEYENDO
Atraída por el mal [...A La Venta En amazon...]
Viễn tưởng"En un mundo donde el cielo y el infierno se unieron para poner fin al destrozo que los humanos estaban haciendo de la tierra y mezclaron su sangre para crear unos nuevos seres y una nueva sociedad más controlada, Ishtar es... ¿Qué es? Todos los jó...