Latente.

Capítulo seis. | La fiesta del caos.

Nota: Este capítulo es un poquis más largo (5500 palabras, para ser exactos), pero se viene lo bueno.

Seis.

El miércoles llegó más pronto de lo esperado. Por la mañana, Eros prometió cuidar de Zanahorio (quién ahora parecía tener dos nombres) y me entregó un papel, con las últimas respuestas de los exámenes. Agradecí infinitamente su gesto.

También afirmó ir a la fiesta de Liam, esta noche. Siendo honesta, era la primera vez que esperaba con ansias una fiesta. Muy al contrario de las vacaciones de verano que estaban cada vez más cerca, él me había hecho una especie de promesa:

Demostrar que de verdad era invisible.

¿Nerviosa? Completamente. Había estado intentando convencerme de que todo era una simple broma. Si él de verdad es invisible...

Yo solo negaba y rogaba que no fuera cierto. Pero había momentos en los que dudaba...

Allí esta Alessandro, ¿Cómo explicar que él si pudo escucharlo y verlo? ¿Cómo explicar su conversación? Se conocían, no cabía duda. Pero también estaba Alice ahí y parecía que ella no lo había escuchado, mucho menos verlo. Que va, Alice podrá no enfadarse por casi nada, pero que la llamen "Rubia buenorra" y "Escandalosa" eran cosas que enfadaban. Alice no se habría quedado callada. Inclusive yo me enoje y yo no tenía nada que ver.

Entonces venía la incertidumbre, ¿Y si de verdad era invisible? ¿Qué haría yo? No quería ni pensarlo. Tenía hasta esta noche para descubrirlo.

—¡Leyna! —Helen Parker se acercó hasta mí, con paso seguro. ¿Había mencionado ya a esa chiquilla no tan pequeña? ¿No? Bueno, si estuviésemos en una película de Lindsay Lohan de los principios del dos mil, ella sería la popular, pero en pelinegra.

O al menos, es la impresión que nos ha dado y todos tenemos de ella. ¿No les suena Helen, la chica que le robó su primer novio a Alice? Bueno, es ella. Si Hanson me viera hablando con Parker sabiendo que se odian... Bueno, me dejaría en una situación bastante comprometedora.

Claro que Alice no sabe de eso. En realidad, el único que sabe que "nos llevamos" es Liam, porque ambos son novios.

Una vez estuvo frente a mí le eche una ojeada. Además del cabello negro corto por los hombros y lacio, tenía unos ojos pequeños y café oscuros. Una nariz fina y unos labios sumamente delgados. Traía puesto un vestido (¿Es que todo el mundo usa vestidos? No me sorprendería ver a Liam con uno) rosa claro y unos tacones del mismo color.

—Hola, Helen. —Le di una sonrisa de medio lado.

—¿Vas a ir a la fiesta de Liam? —Directo al grano, me agradaba un poco esta chica.

—Sí, ¿Irás tú?

Diferente a una respuesta inmediata con un enorme "SÍ" ella soltó un: —No puedo. —Con una mueca.

Junte las cejas: —¿Helen Parker perdiéndose una fiesta? ¿Qué sucede allá arriba? —Alcé la vista al cielo, como pidiendo una explicación

En respuesta, ella soltó una risita: —Tengo que cuidar a mis sobrinos. Aunque Liam se ha ofrecido a hacerlo. —Se encogió de hombros.

—¿Liam? —Encarné una ceja. —¿El anfitrión de una fiesta se perderá su propia fiesta por ir a cuidar los sobrinos de una de sus citas?

—Su novia. —Una voz de hombre sonó por mi oído izquierdo, demasiado cerca de mí. No mucho después, la cara de Harrison se asomó. Tomó a Helen de la cintura y la pegó a él. —Y sí, roja, me perderé mi fiesta por ir a cuidar a los sobrinos de Helen. —Le dio un pico en los labios.