capitulo 33

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-ohh vamos, me lo debes – dijo la peliroja haciendo un puchero.

Los dos jóvenes ya habían regresado de Tokio, ahora se encontraban en camino a la casa de Mei, ésta le había preguntado si iban a ir al baile juntos.

-ya te dije, los bailes no son lo mío... - Kei tenía una cara de disgusto.

-vamos, vamos, vamoos – la pequeña se aferró al brazo de su novio.

-tsk... está bien, iremos juntos – suspiró.

-sii – la chica tomó el rostro de él y plantó un beso en sus labios – sabes que te amo.

-lo sé.

Siguieron avanzando, en una esquina se escuchó un ruido, parecía de un gato, Mei comenzó a ver a su alrededor de donde provenía. Se separó de Kei al divisar una caja en el suelo al lado de un árbol.

- ¿Dónde vas? No te separes, está oscuro – el rubio la regañó.

-mira Kei, ¿no es lindo? – dijo Mei acercándose nuevamente a su novio, con una pequeña y débil criatura en sus brazos.

- ¿Qué es esa cosa? no la cargues, puede venir con alguna infección – Kei miró raro.

- "esa cosa" es un gatito – dijo la chica acariciándolo – al parecer tiene apenas un mes de vida, tal vez un poco más.

El pequeño gato se veía rubio, pero sus ojos no se distinguían bien por la oscuridad.

- ¿y qué piensas hacer con eso?

-pues lo llevaré a casa – dijo mientras lo acurrucaba en su pecho.

- ¿sabes cuidar a un gato? – preguntó el chico.

- ¿tu sí?

-no, nunca he tenido un gato, no me gustan... - dijo mirando al gato en los brazos de la chica.

-yo tampoco he tenido uno, mi madre era alérgica.

- ¿y como piensas cuidarlo?

-voy a aprender, haré todo lo posible para que esté cómodo y saludable – la chica miró con ternura al pequeño en sus brazos.

Kei prefirió no decir más, aunque a él no le agradara ese tipo de mascotas, su chica era feliz y eso era lo que más importaba.

Al llegar a la casa de la chica, esta dejó al pequeño gato en el sofá y luego se fue a despedir de su novio, ya que éste mañana tendría que viajar a los baños termales con el equipo.

-ohh apenas te vi hoy y ya te vas mañana – dijo Mei acurrucada en los brazos del rubio.

-solo serán dos días – decía el más alto mientras dejaba cortos besos por el rostro de ella.

-lo sé, pero te extrañaré – hizo un puchero.

-esta vez podremos hablar por teléfono, será distinto a lo del campamento – intentó animar a su novia.

-tienes razón – sonrió – al menos podré escuchar tu voz.

-así es amor – Kei dijo eso al oído de su novia provocando que esta se sonrojara.

-dilo otra vez – dijo con sus ojos iluminados.

- ¿amor?

-ahh te amo – la chica se abalanzó sobre su hombre besándolo.

-ya es hora de irme – habló el rubio al separarse de sus labios.

-está bien, disfruta tu viaje amor – esas palabras conmovieron al más alto, dejando escapar una sonrisa.

Mi verdadero ser (tsukishima kei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora