CONFESION

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Fue a conciencia pura
que perdí tu amor
nada más que por salvarte
hoy me odias y yo feliz
me arrincono pa' llorarte
el recuerdo que tendrás de mi será horroroso
me veras siempre golpeándote como un malvao'
y si supieras bien que generoso
fue que pagase así tu buen amor

Sol de mi vida
fui un fracasao'
y en mi caida
busqué el echarte a un lao'
y por qué te quise tanto, tanto
que en mi rodar
para salvarte
solo supe hacerme odiar

Hace unos años no había personas mas felices que aquel par de jóvenes que, con la ilusión que puede traer un romance veraniego, sonreían caminando tomados de la mano por las calles de aquel pueblo que les vio crecer hasta convertirse en un Chico de 27 años y una bella dama de 23, la diferencia de edad no era mucha y nunca estuvieron en las mismas escuelas, jamás se habían visto hasta aquel día en el que la exposición de libros llegara por primera vez a aquel lejano lugar.

Sus manos fueron las primeras en cruzarse por el mismo camino, aquel libro que estaba maltratado y con vacías esperanzas de ser comprado por alguien fue descubierto por un par de ojos dorados y de ojos color chocolate, que ante la naciente necesidad de saber la historia que estaba escrita en las paginas maltrechas del libro, sin pensarlo estiraron sus brazos hasta que las puntas de sus dedos se tocaron. No fueron conscientes del otro hasta que la onda de calor subió por sus cuerpos después de aquel breve toque, cuando sus miradas se cruzaron el tiempo se detuvo a su alrededor, era como si el destino hubiera esperado por aquel anhelado encuentro.

Sesshomaru un hombre alto de 1.90 con un cuerpo esbelto pero que dejaba claro que era un chico fuerte, largos y musculosos brazos, dedos delgados, piernas fuertes, pecho ancho, rostro afilado, piel tersa, labios delgados, ojos del color del oro, podías ver a través de su mirada frialdad y pasión, mucha pasión, cabello que le llegaba por debajo de la cintura de color plateado...cabello plateado.

Kagome una chica de 1.60 con cuerpo curvilíneo bien dotado y formado, sus piernas tan largas como su estatura lo permitían, cadera generosa y vientre plano, pechos bien formados y acordes a la estructura de su cuerpo, hombros rectos y un cuello terso y largo, piel blanca, una cara delgada que siempre tenia una sonrisa en ella, labios perfectamente delineados, ojos tan cálidos como lo es el chocolate derretido, siempre llenos de amor y respeto a los demás, y ese cabello rebelde que caía como cascadas por su espalda color negro...

Una sonrisa fue lo primero que Kagome le regalo a Sesshomaru y fue suficiente para que el hombre con aquel corazón frio se permitiera ofrecerle que ella se quedase con el libro, Kagome tuvo una mejor idea, sugirió que compartieran la compra y se dedicaran un tiempo para leerlo juntos, Sesshomaru estaba acostumbrado a que las chicas siempre le propusieran citas, idas a hoteles y todo aquello que él quisiera hacerles, pero era la primera vez que una mujer le proponía leer un libro juntos. No tomo una decisión en aquel momento, menciono que lo pensaría y continuo su recorrido por la exposición, Kagome se sintió mal ya que ella sabía que aquel hombre también quería conocer el contenido de aquel libro y por eso ofreció aquel trato, después de unos segundos decidido conservar el libro y continuo su camino. Para cuando Kagome llego a la caja un susurro que vino desde atrás y que paso cerca de su cuello le erizo la piel, cuando volteo lo vio tan imponente y peligroso no se percato que sus libros y los de el fueron cobrados en la misma cuenta y que fue él quien sin reclamos cubrió los gastos.

-Disculpa mi descuido, dime cuanto es lo que te debo- dijo Kagome mientras un sonrojo aparecía en sus mejillas.

-No es necesario- Dijo Sesshomaru comenzando a caminar lejos del bullicio de la gente.

-Por lo menos permite que te devuelva el favor, hay una cafetería muy cerca de aquí, es muy tranquila y casi no hay mucha gente, tal vez podemos comenzar a leer el libro...que dices...perdón no nos hemos presentado aun mi nombre es Higurashi, Kagome Hihurashi un gusto-

CONFESIONWhere stories live. Discover now