único.

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Rosé y Lisa llevan siendo amigas desde que tienen uso de razón. Se conocieron a los ocho años y desde entonces han estado juntas.

Estuvieron en cada celebración habida, se han visto en sus peores y mejores momentos, también han compartido todo, incluso se han bañado juntas y todavía, a sus veinte años, lo hacen.

La confianza y el lazo que han
hecho es tan fuerte que nunca han estado más de 24 horas enojadas, siempre terminan resolviendo sus diferencias. Hasta los padres de las dos han creído que terminarán casadas, con dos hijos, un perro y una casa en los suburbios, pero ellas saben que eso no pasaría nunca porque son únicamente mejores amigas.

Aunque sus padres son conscientes de lo cercanas que son sus hijas, hay cosas que no saben y una de esas es la manía que tienen de gustarles la misma mujer y terminar acostándose con ella, porque como se sabe, comparten todo; incluso las mujeres.

Y esta no fue la excepción, porque al momento de que los ojos de ambas se posaron en Kim Jennie las dos supieron quién sería su siguiente víctima.

La habían conocido gracias a Minatozaki Sana, otra de las tantas mujeres que habían caído en la cama del dúo, cuando ésta las invitó a una fiesta de su fraternidad con el fin de volver a acostarse con las dos.

A la chica la habían presentado como el nuevo fichaje de la entrenadora de las porristas, volviéndola automáticamente popular entre los demás. Y obvio, llamando aún más la atención de Rosé y Lisa, quienes eran unas amantes empedernida de las cortas faldas con pliegues que solían usar.

Luego de ese día las dos estuvieron cien por ciento atentas a la chica, solían salir con ella, la invitaban a las fiestas que iban y, aunque habían tratado más de una vez de que se acostara con ellas, ésta no parecía ceder.

Ahora mismo las dos se encontraban en la habitación de Lisa acostadas en la cama de ésta. Mientras que la más joven estaba jugando videojuegos en su Playstation, Rosé estaba a su lado revisando sus redes sociales.

-Dios, qué buena está- Lisa escuchó a Rosé hablar. Miró hacía su mejor amiga con curiosidad y preguntó:

-¿Quién? ¿la señorita Bea Joohyun?

-No, estúpida. Además es nuestra profesora- respondió dándole un golpe en la frente.

Lisa se rio sarcásticamente. -seguro, porque eso nos detuvo para no coger con ella.

Rosé sonrió con satisfacción y asintió con la cabeza. -qué increíble mujer, pero no, no hablo de ella. Jennie actualizó su Instagram, es preciosa, mira.

Lisa pausó su juego y se reincorporó para sentarse al lado de Rosé y mirar su celular. En la foto aparecía Jennie junto a Nayeon, Jihyo y Karina en la cancha de baloncesto con sus uniformes de porrista, seguramente iban a comenzar la práctica y decidieron sacarse una antes de.

-Me encanta, te lo juro. Pero ha sido tan difícil llegar a ella- se quejó Lisa acostándose bocabajo. Rosé rio y empezó a acariciar el cabello de su amiga.

-Lo sé...-suspiró y echó la cabeza hacía atrás. Iba a hablar nuevamente pero el sonido que avisaba que había llegado un nuevo mensaje a su celular le impidió hacerlo.

Rápidamente lo agarró y miró el nombre de Bang Chan en la pantalla. Con curiosidad lo abrió y leyó el contenido.

-Chan organizará una fiesta este fin de semana y estamos invitadas.

-No quiero ir, tengo planeado jugar toda la noche. Los monstruos no se cazaran solos- mencionó perezosamente Lisa con la cara enterrada en el colchón. Lo tenía planeado desde hace semanas y nadie se lo cambiaría, ni siquiera una fiesta de Bang Chan que eran conocidas por ser un descontrol total, ni eso.

you, me and her [jenlichaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora