15: Sintiendo el Complemento

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-Ya me cansé- con su arisca actitud, Killua se sentó frente a su "rival" en uno de los asientos más apartados y recónditos de la cafetería. -¿Para qué me llamaste, Kurapika?

-Killua- el rubio posicionó sus brazos encima de la mesa, jugando con sus dedos un poco ansioso. -Perdón por tanta espera. Hablaré.

-¡Pues sí, al menos es lo que deberías hacer! ¡Estuve esperando por horas!

-Fue una complicación de trabajo...

-Qué va. Comienza.

-Killua, somos amigos, por mucho que me cueste admitirlo frente a frente, eres alguien sumamente importante para mí- comenzó Kurapika ya tocando temas profundos para ambos. Era el momento; aquel era el día en que cara a cara hablarían los problemas que tanto los atormentaban. -Se que sabes para dónde va esta charla y por qué te cité aquí. No pretendo que nuestra relación siga estando de esta forma.

-Uhm, claro. ¿Qué propones, ojos escarlata?

-Necesito ser tomado en serio- pidió, suspirando. Killua estaba teniendo una actitud sarcástica y algo inmadura y claro que eso le molestaba, sin embargo, estaba dispuesto a ignorarla. -Se que ambos sentimos cosas por Gen. Eso no tendría por qué llevarnos a una pelea eterna de quién gana o pierde. Propongo que...- bajó la cabeza, intentando encontrar las palabras exactas. - dejes de insistir y todos seamos amigos, como siempre. Estoy seguro de que Gen siente cosas por mí y no me gustaría que salieras la...

-Espera, espera- interrumpió, largando por accidente una sonora carcajada. -¿Me estás diciendo que deje atrás a Gen porque ella siente cosas por ti? ¡Ni siquiera tienes pruebas! ¡No me quitarás del juego tan fácil!- negó, indignado. -Se vienen cosas peligrosas y lo que menos importa en éste instante es cómo se resuelven las cosas con ella; Gen decidirá por ella misma y allí se termina el tema. ¡No hay por qué complicar tanto el tema!

Sin muchas vueltas el Zoldyck amagó a irse, sin embargo, Kurapika lo tomó por el brazo para evitarlo. Era algo muy duro el resolver las cosas.

-¡Tenemos una relación muy cercana desde que somos pequeños y tiene que ser respetada!- exigió como si tuviera el derecho. -¡¿No entiendes que fui el que siempre estuvo para ella?!

-Kurapika- con un inmenso trabajo, Killua tomó al rubio de la mano intentando así que éste se tranquilizara un poco. -Gen es libre. Decidirá por ella misma. Elija a quien elija, así como también prefiera seguir estando sola, jamás dejará de amarte. Lo veo en sus ojos y lamentablemente muchas veces me siento mal por eso- admitió, soltando la mano de Kurapika para volver a su actitud monótona. -¡Ahí lo tienes! ¡Sí, muchas veces me siento celoso porque no me ve de la forma que te ve a ti, pero no importa!- gritó, atrayendo la atención de todos los consumidores de la cafetería. -Siempre priorizaré su felicidad, así como la tuya y la de todos.- bufó, decepcionado. - Adiós, Kurapika.

El rubio quedó helado. Había sido impulsivo con todas sus formas, palabras y acciones, pero eso había logrado llenarle el pecho y la mente, dejándole por fin la cabeza clara. Aquella charla logró dejarlo razonar y así, dejarlo decidido sobre qué hacer con la situación.

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-¿Qué les parece si hoy vamos a entrenar?

-¡Sí!- saltó Gon. Por su parte, Killua se mantuvo absorto en sus pensamientos. Arqueé una ceja al verlo tan distraído. -¡Killua! ¿Quieres ir? ¡Debemos practicar nuestros hatsus y también perfeccionar nuestro Zetsu!

Complementos [Hunter x Hunter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora