Our Little Secret

XLIX. Miedo

Louis despertó. Su cabeza dolía y todo daba vueltas, se había embriagado, pues, las palabras de Harry dolían y él quería olvidarlas.

Se levantó con seria dificultad, estaba bastante mareado.

Con paso torpe llegó hasta el tocador del baño, sobre éste reposaba la botella de vodka con unos últimos mililitros de licor.

Louis no lo pensó dos veces y tomó la botella, la abrió y bebió el interior de una. Se mareó más.

Suerte que tenía todo el día para reponerse, ya que por ser primero de enero no tendría show.

Louis se desplomó en el baño, sus piernas no podían con el peso a parte de que estaba más mareado.

Bryan había entrado para llevarlo a almorzar pero lo encontró tirado, lo levantó y se lo llevó a la cama. Era alfa, pudo con el cuerpo del omega sin problema.

Se sentaron en el borde de la cama, el cuerpo de Louis estaba suelto y Bryan lo estaba deteniendo.

Louis soltó aún más su cuerpo y su cuello cedió y colgó aún más su cabeza recargándose en el pecho de Bryan.

-¿Estás bien? -preguntó Bryan sosteniendo al omega.

Él sólo soltó un quejido.

-Mírame, mocoso -tomó el mentón del omega y lo levantó para verlo a la cara. Louis se veía tremendamente mal-. Necesitas el hospital -dijo Bryan antes de soltar el rostro de Louis.

-Noooo -replicó Louis volviendo su cabeza al pecho del alfa.

-¡Vamos, hombre!

Louis no lo evitó y vómito sobre Bryan y después se enderezó.

-Lo siento, Bryan -soltó su cuerpo y cayó sobre la cama.

Bryan se levantó y fue al baño, se quitó su saco y su camisa, también sus pantalones y tomó unos pans de Louis. Llamó a servicio al cuarto y pidió limpiaran todo mientras él se encargaba de llevar a Louis al hospital, estaba a nada de quedar inconsciente.

Un lavado de estómago después volvieron al hotel.

-¿Por qué lo hiciste? -preguntó Bryan molesto, decepcionado.

-It's not your business, buddy (No es tu asunto) -dijo encendiendo el Drama Queen.

-Claro que lo es, ¿por qué? -Bryan miró un poco a Louis y después al camino.

-Por gusto -respondió el omega viéndose Las uñas.

-No, te conozco, no haces estas cosas por "gusto" -hizo comillas con su mano derecha.

-Asuntos privados -lo miró a los ojos.

-Harry -soltó sin más.

-¿Quieres no mencionar ese nombre? -demandó.

-¿Por fin te das cuenta que ahí no eres feliz? Te quise evitar todo esto desde un principio, tonto, mira a lo que hemos llegado por tu necedad tomó el papel del tipo bueno, el amigo que siempre tuvo razón.

-Nooo, tú lo que querías desde un principio era que nadie se enterara de mi homosexualidad, porque sabes, Bryan, soy HOMOSEXUAL, me encantan los hombres, me gustan mucho, me gustan los penes y eso te disgusta -puso su mano empuñada junto a su boca y la movió de un lado a otro mientras que con su lengua empujaba su mejilla interna haciendo un peculiar gesto.

-¿Te gustan? Vale, problema no tengo, si quieres es más -se desvió del camino al hotel-. Te llevaré al maldito infierno para que te sientas mejor y te la metan en la boca para que ya te calles de una buena vez -estaba ya bastante irritado.

Llegaron a una casona grande y toda de color negro, fuera no había nada, ni un letrero ni nada, solamente una puerta estrecha de igual color negro.

-Baja -pidió Bryan a Louis después de estacionarse frente al lugar anteriormente descrito.

-¿Qué? No, ni siquiera sé dónde carajos estoy -Louis se molestó ante tal petición.

-Eso no importa, Louis conque te la den y cambies tu humor no me importa donde sea así que ¡Baja ahora!

-Déjate de juegos y avanza -pidió Louis.

-¡Qué bajes! -gritó mientras apuntaba a Louis con un revólver.

-Wow, wow, cálmate, quieres -dijo Louis tomando la punta del arma.

Bryan sin pensarlo cargó el arma viendo a Louis a los ojos.

-Que bajes -dijo con "tranquilidad".

Louis no solía desafiar a Bryan pero esta vez lo hizo, siguió sin bajar.

-Baja eso antes de que un oficial te vea, relájate. Ya vamos, permaneceré callado si es lo que quieres -súplicas.

-¡Oh! Claro que lo harás -dijo Bryan sonriendo y después golpeó a Louis en la nuca dejándolo inconsciente.

-Jódete.

Bryan arrancó el auto y volvieron al hotel.

Harry despertó pues su bebé estaba en llanto.

Se incorporó rápidamente y tomó a su hijo, lo revisó, hora de cambiarlo y después el desayuno.

En la cocina estaban ambos abrigados, en la pequeña mesa de esa habitación, junto a una ventana, veían los copos caer.

Entre tanta calma blanca Harry sintió un golpe en el pecho y su corazón comenzó a latir cada vez más rápido, Harry se asustó, sintió miedo. ¿Miedo de qué? ¿Miedo por qué?

Estaba concentrado pensando en lo sucedido cuando tocaron el timbre.

Harry reaccionó, se levantó y fue a llevar a su hijo al Moisés y después fue a abrir.

Fue una sorpresa enorme para Harry encontrarse con aquél personaje en su entrada.

-¡Hola, Harry! -dijo el chico con su dulce voz.

-¿Tim? ¿Timothy Stan? -preguntó Harry casi sin creerlo.

-¡Sí, ése soy yo! -respondió con completo gusto-. Veo que estás muy sorprendido de volver a verme -rió un poco y Harry se sonrojó.

-Sí, la verdad. Ha pasado tanto tiempo que por poco y no te logro reconocer -se rascó la nuca en señal de nerviosismo.

-Más sorprendido estoy yo de encontrarte aquí en estas fechas. Pero tango la maravillosa casualidad de que pasaba por aquí, voy camino a saludar a Sara. Entonces vi que una de las luces de tu casa -apuntó hacia la segunda planta- estaba encendida así que dije que no perdía nada con tocar el timbre -sonrió.

-Es un gusto. Pero pasa, afuera hace bastante frío -ofreció Harry.

Holiiiii, cómo están? Feliz martes. Disculpen el retraso, yo hubiese querido actualizar desde el aniversario de 1D pero he estado muy ocupada que casi no había tenido tiempo para mí ni para ustedes. Espero y les guste este capítulo. Nos leemos pronto. Les amo.