ᴜɴᴀ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴀ ᴠᴇᴢ [❀ 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒕𝒐 𝒙 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂 ❀]

capítulo 1

Empezabas ah abrir los ojos, el dolor en tu cuerpo era insoportable y ni hablar de tu fiebre, apenas te estabas reincorporando cuando volteaste a tu lado y te diste cuenta que algo te faltaba, te tomaron unos cortos 10 segundos en recordar a tu pequeño hermano.

Apesar del dolor te levantaste y corriste hacia la salida de aquel hogar desconocido mientras empezabas a llamar a tu hermano de una manera desesperada, varios pensamientos negativos pasaban por tu mente, "y si un oso lo atacó, que tal que se cayó de un acantilado, oh lo habrá atrapado tu padre, y si lo secuestraron".

Apenas abriste la puerta y tus ojos se habían abierto de par en par al ver a tu hermano menor tomando una katana de madera.

Podríamos decir que se te salió tu instinto materno.

-haru!!- gritaste aliviada y preocupada, mientras le quitabas esa katana y lo abrazaba fuertemente, -me alegro que estes bien, pero.. que mierdas haces con una espada de madera- dijiste exaltada tomando con más fuerza y poniéndote a la defensiva al ver a tres personas totalmente desconocidas frente a ti.

-Ne-san!!, Tranquila ellos no son malos!!- dijo este separandose de ti y poniéndose delante aquellas personas.

En eso recordaste al señor que habías visto en las montañas, era el mismo que estaba ahí enfrente, junto con otros dos chicos que parecían de tu edad.

Uno de ellos tenía unos ojos azules y su cabello azabache el cual se veía inocente y curioso, mientras que el otro tenía unos ojos de color lavanda y su cabello levemente largo el cual era un color muy parecido al de un durazno este te miraba con un semblante serio y confundido.

-tu!- exclamaste señalando al mayor de los tres -quien eres y en dónde estoy- dijiste mientras tomaba aquella katana de madera señalandolo , aunque tú no supieras manejarla era más para intimidarlo aunque no lo lograrias.

"Mi nombre es urokodaki" exclamó aquel hombre

-veo que te encuentras mejor, aunque de igual manera no deberías de hacer mucho esfuerzo o te puedes desmayar de nuevo- dijo aquel hombre mayor acercándose a ti.

-Ni siquiera intenté darme un sermón, haru por favor ven, nos vamos ahora mismo!- exclamaste mirando a tu hermano furiosa

-p-pero ne-san, por favor dales una oportunidad, ellos te han cuidado durante estás dos semanas que estuviste inconsciente- dijo tu hermano haciendo un berrinche.

-q-qué!!??- fue lo único que salió de tu boca, no podías procesar que te habías quedado inconsciente durante dos semanas.

-Desde que los encontré en aquella montaña los eh estado cuidando, tu hermano despertó a los dos días, el estaba confundido al igual que tú, pero el comprendió de una manera muy madura lo que pasaba- dijo aquel hombre que portaba esa máscara un tanto extraña para ti - si el acepto quedarse y confiar en nosotros, por qué tú no?- dijo el hombre piliblanco