ÉL

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¿Cómo empezar a contarlo?

En ese momento tenía 21 años, bastante joven dirían algunos, vivía una vida bastante normal y aburrida, iba a la universidad, sus padres seguían juntos (aunque no con la relación más romántica cabe resaltar) y tenía un hermano mayor que lo quería. Eso era todo, si él estuviera contando esta historia así la habría terminado, porque quizás así hubiera querido que fuera, la vida aburrida sin nada interesante resaltar, todo era normal, no había nada de que preocuparse.

Pero claramente lo había, desde hace algunos años Jungkook no tenía los pensamientos normales que según la norma él debería tener. Ya saben,  relaciones amorosas y sexuales, amistades, diversión, hobbies y una vista hacía su futuro.

¡Ja! ojalá fuera así.

La verdad es que hace años vivía como en "modo automático" así solía decir la psicóloga que veía cada cierto tiempo y es que cuando intentaba mirar hacía el futuro simplemente no podía visualizar nada ¿Cuál era el objetivo de seguir viviendo si en realidad odiaba hacerlo?

Odiar es una palabra muy fuerte, pero así lo describiría él, odiaba cada día, al abrir los ojos por la mañana suspiraba y miraba su calendario colgado en la pared frente a su cama "Un día más" se decía para sí mismo, todavía no tenía la fuerza suficiente para emitir sonidos, la iría consiguiendo en el transcurso de la primera hora de su día.

A decir verdad, sé sentía cansado, al despertar y al irse a la cama, a veces no tenía idea de porque continuaba viviendo, era como si lo hiciera solo por obligación "ya estoy aquí, ni modo, ni que pudiera acabar con el mundo solo por desearlo" oh y vaya que deseaba poder hacerlo.

Un día más comenzó y repitió su rutina mañanera de desear no haber abierto los ojos y levantarse para hacer el desayuno.

Cada mañana desayunaba solo, sus padres salían temprano a trabajar y su hermano despertaba una hora más tarde.

Al terminar tomaría una ducha, se vestiría y tomaría sus cosas para ir a clase.

Cada día él mismo "A la endemoniada universidad" se decía al subir al autobús que lo llevaría a su centro de estudios.

Hasta este punto se podría pensar que nada le importaba, pero no era así estaba lleno de inseguridades y al entrar al autobús deseaba que estuviera prácticamente vacío, así no tendría que compartir el asiento, ir del lado derecho (su favorito) y no preocuparse porque todos lo vieran entrar y empezaran a juzgarlo. Habían tantas razones, su cabello: seguro pensarían que lo llevaba demasiado largo; que por qué tenía tantos piercings, que su ropa se ve barata, podría llevar la mochila abierta. Había un sin fin de cosas, lo más probable es que nadie le prestara atención, pero siempre podía pasar y él se preocupaba por todo.

Hoy era uno de esos días, no había prácticamente nadie dentro y pudo sentarse en el lado derecho. Lo prefería porque del lazo izquierdo podías ver a través de la ventana un estudio de baile situado en alguna de las calles de su recorrido, Jungkook había soñado alguna vez con bailar, siempre le había gustado al igual que cantar, incluso las personas que llegaron a escucharlo por casualidad cuando era más joven decían que tenía una voz hermosa, pero eso estaba en el pasado, habían pasado años ya desde que había bailado y solo cantaba para si mismo de vez en cuando, cuando tenía que dejar ir el estrés, sin embargo nunca lo tomaba en serio, ni pensaba hacerlo "No tiene sentido, si nunca pasará" "Hacer del baile mi vida, como si tuviera tanta suerte". Quizás la suerte sí estaba allí, pero nunca salió a buscarla y ella se perdió. Y por eso mismo elegía la derecha cada vez, ver ese estudio de baile le recordaba un sueño roto de la infancia que nunca iba a cumplirse.


Ya en la universidad, comenzó a ir directo a su salón de clases, todavía faltaban 30 minutos para que esta empezara, pero no tenía nada mejor que hacer, podría aprovechar para dormir lo último que su alarma no le dejo.

- ¡Hey Jungkook! ¿Acaso ya no saludas? - Desde atrás alguien lo llamó justo antes de que entrara al salón. Él se dio la vuelta para identificar a quién pertenecía la voz, iba caminando tan absorto en sus pensamientos que no prestaba atención a quiénes estaban a su alrededor. 

Mentiría si dijera que no sonrió al ver a las personas detrás de él.

- ¡Ah! Hyungs, son ustedes - La primera frase que pronunciaba ese día.

not here [no hay nadie]Where stories live. Discover now