la chica danesa

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esta historia no comienza con los rayos del sol apuntando directamente a la ventana entrando diáfanamente a su departamento de nuestro protagonista, mucho menos con una gran tormenta, yo describiría este y los días anteriores como monótonos, un clima bastante monótono; el cielo tenía un aspecto grisáceo lleno de nublina con las calles con bastante ausencia de personas.

nuestro protagonista kim taehyung se encontraba en una gran exhibición de arte, siendo encomiado por una extensa cantidad de señores con aproximadamente de 40 años, proporcionándole uno que otro comentario respecto a su embeleso ante el símil paísaje ilustrado por aquel joven en distintas perspectivas, pero manteniendo un toque ostentoso para todo público.

todos esos elogios dispersos por el aire se mantenían al rededor del joven kim, no se encontraba muy sucumbido por ellos, al contrario permanecía en aquellos orbes que robaban su centro de atención, parecía comunicarse con su amante a través de estos.

[. . .]

al rededor de unas cinco horas después se encontraban ambos caminando por las frías calles de londres hablando de que tan tediosa fue su mañana y parte de la tarde.

–hubieras visto la cara, cuando le preguntaron sobre el reciente rumor de que se había divorciado– parloteo el castaño entre carcajadas –me imagino, pero no podía estar si quiera estar cerca, tenías un gran público a tu al rededor –.

–bueno... era el protagonista de esa exhibición no?– a decir verdad era un invitado especial, parece que los tiempos estaban a su favor, los admiradores del arte tienen un cierto interés por sus obras recientes, todo resultaba bien para kim, pero no tanto para jeon– tendrás una exhibición de arte sólo tuya, y para ese entonces te vas a burlar de ti en estos momentos, sólo te queda, crear más pinturas de ese pantano–.

ingresaron a su departamento sigilosamente, desprendiéndose de sus prendas, colocándose algo más cómodo para ocuparse en pintar sus nuevas obras.

[. . .]

jeon se adentro al estudio de kim observando a su pareja estar tan concentrado en su nueva pintura tanto que no había notado la presencia de este.

– a veces me da miedo que un día de estos la pintura te rapte y estés en ese pantano– comentó jeon en un susurro mirando con cierto terror aquella hermosa pintura – no lo creo, si fuese así, mi novio iría corriendo a salvarme no es así?– negaba con la cabeza el pelinegro mirando a su novio esperando una buena respuesta.
– que clase de novio sería yo si no te rescato de ese hermoso pantano?– el pelinegro se cohibió ante el alago de su novio, claro estaba acostumbrado a los alagos ante sus obras de arte, pero rara vez su novio hacía mención de lo hermosas que eran.

–siempre tengo en la mente ese pantano, como si estuviera en el siempre– comentó kim, aunque era cierto esa imaginen era bastante presente en la mente del pintor, y eso le daba bastantes escalofríos a jeon, no queja saber el por qué, tenía miedo del porqué ese pantano lo era todo para kim.

–bueno, venía a decirte que la comida está lista, yo iré a llevar mis obras al señor Shin– hablo jeon un tanto incómodo por lo anterior –gracias amor, ten mucha suerte, espero que salga todo bien–.

dicho esto jeon salió de la habitación con varios cuadros, bocetos y de más, caminaba bastante de prisa, esperaba buenas noticias, detestaba que sólo le fueran créditos a kim por hacer la misma pintura en distintas perspectivas.

[. . .]

hasta acá sentía que nada iba bien la mirada que me dio el señor Shin no fue nada agradable, supe desde que vi sus jestos que no tendría buenas noticias para mi.

–solo retratos? es lo único que tienes para mi?– baje la mirada el señor Shin no maneja muy bien sus palabras – tu hermano hace mojores cosas que simples retratos, aunque sea el mismo paisaje sabe darle su chispa– claro nadie sabía que ambos eramos novios, mentimos en el hecho de que eramos amigos hermanos, solteros que vivían en un departamento para salir adelante haciendo arte, algo que nos apacionaba bastante.

–perdone señor Shin, prometo regresar y traer mejores cuadros– hable como pude, me dolía la garganta a decir verdad, solo queria llorar en estos momentos.

–eso también lo espero jeon, kim me prometió cosas grandes de tu parte, me dijo que eres un solo aficionado pero que poco a poco le tomaras el interés que amerita y me traeras verdaderas piezas de arte.– que el dijo que?, mierda es enserio?.

no comenté nada, solo pude darle una reverencia tomar, mis pertenecías y largarme de aquel lugar.

entre a nuestro departamento como pude, deje mis cosas en mi estudio.
–amor, como te fue que te dijo el señor shi.. – fue interrumpido al instante por jeon –por qué mierda tenías que hablar de mí con él? mantente alejado de mis asuntos kim, mierda, es en serio? aficionado? ya te olvidaste de quien fue el que te enseñó todo lo que sabes ahora..– vi como negó con la cabeza repetidas veces.
–pensé que podría ayudarte una recomendación, sabes que ahora no te tomará muy en serio, el señor shin tiene gustos raros – negué con la cabeza –solo abstente de comentarios fuera de lugar sobre mi trabajo, yo veré que hacer y como pueda logar vender mis obras, entendido?–
no hubo respuesta verbal alguna pero si un beso torpe intermedio, kim no era bueno con las palabras, pero sabía muy bien cómo tratar con jeon, no por algo tenían 6 años de ser novios.

– 𝚍𝚎𝚖𝚒𝚊𝚗