Anybody Seen My Baby?

Bienvenidos todos a una nueva lectura presentada por mi persona!

Para no perder la costumbre, he creado otro one-shot de Resident Evil, específicamente la última entrega en formato jugable (RE: Village).

Antes que nada, quiero que todos entiendas que esto es solo una historia ficticia donde cada uno puede recrear escenarios bajo los caprichos que surjan espontáneamente. Sea este un claro ejemplo en donde demuestro el poco aprecio que tengo al personaje de Mia Winters, pues personalmente algo en la mujer no me cuadra. Sencillamente su representación es demasiado misteriosa y mentirosa, lo cual me hace dudar mucho sobre su afiliación.

En fin, solo quería aclarar ese pequeño detalle antes de la lectura.

Como siempre digo, no soy dueño de ningún personaje, todo corresponde a su respectivo creador.

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ANYBODY SEEN MY BABY?

El tempestuoso diluvio caía sin parar sobre el desolado páramo cubierto de esquirlas y llamas, provocando una melodiosa sinfonía gutural que intentaba devorarle la psique debido al cansancio físico y emocional que acarreaba desde el momento en que su hogar fue atacado, perdiendo a su hija y esposa en el trayecto, para luego sumergirlo en una indetenible búsqueda por la verdad.

Con fuerza descendían las gotas, chocando contra la impermeable tela de su campera roída por los incesantes ataques que recibió desde el momento en que despertó a un lado de la carretera, cubierto de nieve y cenizas. El constante golpeteo del líquido cristalino enviaba escalofríos a su maltratado cuerpo, el cual imploraba un merecido descanso, mas le era negado debido a prioridades de mayor carácter.

-Rose...- entrecortada era su respiración en todo momento, atinando únicamente a pronunciar aquel nombre que tantas veces había repetido a lo largo de su búsqueda.

Como si de un memento se tratara, destrozándole a cada segundo por la posibilidad de inclusive perderla en su totalidad. Vivas las memorias se hallaban en el interior, pudiendo reproducir entre cada parpadeo los gélidos frascos que dentro cargaban con secciones de su preciada bebé, todo para llevar a cabo un retorcido experimento a manos de una desquiciada mujer.

El dolor era inconmensurable al tiempo actual, aunque paradójicamente era lo único que en realidad servía para evitar que se desmayara, siseando cada vez que la lluvia golpeaba la mano izquierda, específicamente donde los dedos meñique y anular faltaban, sacándole una maldición en el proceso ya que también su alianza se había extraviado para siempre.

Demasiado costaba dar un paso al frente, empeorando cuando debía seguirle con otro para poder avanzar a un destino incierto entre la alta maleza pálida que apenas podía verse entre el humo oscuro, al punto de inclusive entorpecerle el reconocimiento de qué hora era al querer ver el cielo.

Un estridente sonido agudo se alzó entre la apabullante cacofonía, seguido de inmediato por una vibración en el bolsillo siniestro del sucio pantalón, obligándolo a introducir su maltrecha extremidad en dicho fondillo con el fin de sacar aquel teléfono móvil que había adquirido en el mismo momento en que despertó varias horas atrás, pudiendo solo reconocer en la encendida pantalla el nombre del equipo paramilitar comandado por el mismo hombre que le salvó de morir ante una sobrenatural bestia surgida de las más pérfidas mentes manipuladas por virus fuera del control humano.