Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]

Capítulo 59 - Matty

Hace poco menos de un año dejé esta ciudad para ir a la universidad. La idea era desaparecer un tiempo para poder reinventarme...siempre he intentado ser una persona honesta, pero era consciente de mis límites y quería superarlos. Lo dejé todo atrás...y a pesar de todas mis promesas no pensaba volver pronto.

Dejé atrás a mi familia y a mis amigos de toda la vida. Lisa apenas entraba en la adolescencia y ni Melanie ni el resto de sus amigos eran más que personajes secundarios en el entramado de mi vida. Y después estaba Evan...mi primer amor, una historia clandestina que fue breve y acabó mal. Quise hablar con él tantas veces...pero él no respondía mis llamadas y Sam, que había malinterpretado la situación, no me dejaba acercarme a él. Me fui de allí enfadado con ellos y con el resto del mundo. El día que me marché, quise convencerme de que hacerlo era fácil.

Pero una vez en la universidad me di cuenta de que el problema no eran solo los demás...Podía reinventarme a mí mismo, fingir que era esa persona que deseaba ser. Pero funcionó solo al principio...hasta que comprendí que no podría seguir adelante hasta que me reconciliara conmigo mismo.

Empezando por mi pasado. Empezando por él.

-¿Y esa cara tan larga?- La voz de Lisa me saca de mis pensamientos. Sacudo la cabeza y me froto los ojos con una mano.

-Estoy bien. Es solo que estoy cansado.

Lisa me agarra por el brazo y se inclina sobre mí, preocupada.

-¿Quieres que nos vayamos a casa? Podemos seguir con la excursión otro día.

Miro a mi hermana con ternura. Siempre hemos tenido buena relación, pero de algún modo siento que hasta hace muy poco no nos habíamos permitido conocernos de verdad. En estas semanas la he visto caerse, levantarse y crecer un poco más cada vez. Ya no es aquella niña indefensa que buscaba la protección de su hermano...ahora caminamos de la mano y crecemos juntos.

-Ni se te ocurra -interviene Harry, que se pone a caminar a nuestro lado-. Sin ti nos perderemos seguro. No me fío de ninguno de nosotros.

Mi hermana le golpea en el hombro y él empieza a reír despreocupadamente. Aunque ella no me lo haya confirmado, no hay que ser muy listos para adivinar quién es el chico que consiguió que olvidara a Ben tan rápido. No he tenido tiempo de formarme una opinión sobre él, pero es difícil no alegrarse por ellos al verlos tan relajados, tan felices. Después de asegurarse de que estoy bien, Lisa y Harry se desvían del camino y toman un sendero paralelo. Solo espero que en esta excursión nadie acabe abofeteando a nadie.

Echo una mirada al resto del grupo. Melanie lleva la delantera con Sally y Sebastian, y tras ellos van Peter y Blue. Hace un año todos ellos eran niños para mí, pero ahora todos forman parte de mi vida de alguna forma. ¿Es porque ellos han crecido, o porque he conseguido aprender algo de mí mismo? Tal vez sí que haya cambiado algo después de todo.

Evan y Ben van caminando tras de mí y decido esperarles. Evan parece nervioso y Ben tiene cara de no saber muy bien qué hace aquí.

-¿Cómo vais?

-Demasiado calor -dice Evan, resoplando-. ¿Quién es el listo al que se le ha ocurrido esta locura? Caminar con este sol, todavía. Pero me gustaría saber quién va a ser el que se atreva a volver corriendo como habéis propuesto algunos.

A pesar de todo, no puedo evitar sonreír. Ver a Evan tan molesto no es algo que pase todos los días.

-Seguro que al final os apuntáis todos. Lo vuestro es obsesión.

-Bueno -interviene Ben, distraído-. Tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda para estar todos juntos.

No hace falta seguir la dirección de su mirada para saber a quién se refiere al decir eso. Le aprieto el hombro para darle ánimos y seguimos caminando unos metros en silencio. Por mucho que todos intenten evitar el tema, la tristeza de Ben es evidente. Y lo entiendo. Es difícil dejar marchar a alguien que no sabes si va a echarte de menos.