XCVI

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En ese momento, las reglas de tráfico le valieron 3 duros a Volkov. La misión era enteramente de rescate y el qué o el cómo solo se habían ampliado bastante

La única cosa que evitaba a toda costa era chocar el auto contra otro. Por qué incluso en su camino le dio algunos tallones al suyo al meterse por callejones o al acercarse mucho a curvas muy cerradas.

No tenía de otra, a como se movía la ubicación del pelirrojo solo adivinaba a qué el otro conductor tampoco estaba conduciendo como se debía.

Estaba muy cercas de alcanzar al auto en medio de una autopista hacia la salida del pueblo. Contra el tráfico, trato de adivinar cuál de todos esos autos ahí llevaba a Perxitaa. Porque una cosa era saber dónde estaba, pero en qué auto exactamente era diferente.

De nuevo pensó en llamar, pero podía no servir de nada y complicar más el rescate.

El bombero sujetaba fuerte a su amigo para que no se movieron tanto dentro de la cajuela. Todavía conservaba su celular y sabía que Volkov había llegado al casino, pero ¿sería que si lo estaba buscando?

— Perxitaa tenemos que idear como vamos a escapar de aquí. Podríamos tratar de abrir la puerta. Escuché que tienen unos botones especiales por dentro de quedarte encerrado. Ve a buscarlos.

No era mala idea, aunque no podrían saltar del camión en movimiento.

— Volkov viene por nosotros -Exclamó con confianza, pero sin pruebas- nos va a salvar.

Ismael se apretó más la mano para tratar de ignorar el dolor, pensando en las palabras de su amigo.

_ Perxitaa al fin pudo salir del shook que tenía para actuar. Primero gateo de rodillas hasta la puerta del vehículo. Sacando su celular para ver si podía hacer la llamada desde ahí dentro. Tenía poca cobertura, pero parecía funcionar para hacer la llamada.

— ¡Está sonando! Aguanta -Le pidió, aunque Isma no estuviera muriendo, todavía se sentía como no estar a salvo.

Tocó la puerta Por la orilla en busca de algo que la abriera, pero al final estaba oscuro.

— "¡¿Oficial Jaume?!"

Perxitaa casi se suelta a llorar otra vez cuando escucho la voz del policía.

— ¡Ayúdame, Viktor! ¡Por favor!

— "¿Dónde estás? ¿Qué ocurre? Estoy siguiendo tu ubicación"

— ¡Si! ¡Estoy encerrado en un camión! Es de los típicos blancos con cajuela para transportar cosas.

— "Vengo siguiéndote, pero no veo el camión. Estoy muy atrás en la autopista, hay mucho tráfico. Trataré de hacerme camino".

— Por favor... Ayúdanos.

— "¿Hay más personas contigo? Trata de tranquilizarlos. No te perderé".

— Es solo Isma, pero está muy herido. Estoy tratando de abrir la puerta por dentro.

— "Respira. Hay un botón en la parte de arriba. Es como una palanca muy chiquita. Presiona mientras empujas. Ten mucho cuidado, estamos en una autopista. Podrías caerte".

Grito de alivio cuando sintió el relieve de lo que indicaba el ruso. Presionó con su dedo y pateó la puerta un par de veces.

Sabía que Andrés no podía detenerse en mitad de la carretera aunque escuchará los ruidos.

— ¡Ya casi! ¡Ya casi lo tengo!

El castaño iba callado echo un ovillo. Escuchando atentamente las palabras de Perxaas. Estaba hablando con Volkov, era verdad. Si estaba tratando de rescatarlos ¿cómo?

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora