Oneshot's Stolitzø [Helluva Boss]

Shot 11.

Blitzø sabia que era débil ante los halagos y los apodos bonitos, claro, no de cualquiera porque de lo contrario, el demonio que quisiera pasarse de listo con él ya tendría la cara llena de bonitos tonos morados o en el peor de los casos, quedar como un jodido colador. Pero hagamos un énfasis: Stolas no es cualquiera, oh no, él no lo era, para nada.

Y aunque el diablillo lo odiara, sabia que la mierda cariñosa del búho hacia estragos en su ser que nadie más había provocado, al menos no con la misma intensidad.

Desde que habían aclarado las cosas -una maldita montaña de problemas, lágrimas, mentiras y dolor que no deseaban recordar, pero que los había llevado hasta donde estaban hoy-, seguido de una confesión que era un secreto a voces y de finalmente aceptar que se amaban y que eran totalmente correspondidos, entonces las cosas cambiaron un poquito, no para mal claro.

Stolas era el doble de pegajoso y lindo, entonces no era de sorprenderse cuando el primer mote cariñoso fue pronunciado por su pico al llamar a su amado diablillo.

Al principio fueron algo sutil y básico como "cariño", "dulzura", "bebé", pero cuando las semanas pasaron y aún el de rojo estaba acostumbrándose a ser llamado de aquella foma de manera frecuente, Blitzø tuvo la dicha y el desconcierto de ser llamado "mi amor".

Por Lucifer, aun recuerda el escalofrío que le causo la voz de su pareja al decirle aquello distraídamente mientras arreglaba una de sus plantas y le pedía una manguera que estaba en una mesa en el otro extremo del invernadero en donde decidieron pasar aquella tarde.

El príncipe Goetia no sabia que había desatado a su pequeño Blitzy aquel día para que le hiciera el amor sobre las flores de su espacio especial de aquella forma tan salvaje y encantadora.
No obstante, la duda nunca había volado lejos, hasta que finalmente, después de semanas de investigación fue que se dio cuenta cual era la debilidad de su amada pareja.

–¿Y si~?– el más alto fue interrumpido por el diablillo quien negó ya acostado en la gran cama que ambos compartían cada vez que el de rojo lo visitaba.

–No, lo hicimos en la mañana, en la tarde y no fueron dos o tres rondas nada más Stolas– gruño el diablillo dándole la espalda tratando de ignorar a su insaciable principe.

No obstante, el búho tenia un As bajo la manga, no se detuvo a sonreir y se acercó al más bajo acariciando la cálida piel de su espalda con una de sus garras causando que el contrario se estremeciera y antes de que dijera algo, el demonio de la realeza habló.

–Oh vamos, Blitzy... hagamoslo una vez más, mi amor– aquello último lo susurro tan dulce y tan suave que el de rojo no pudo evitar el fuerte temblor que sacudió todo su cuerpo y por supuesto, su polla.

Sus grandes ojos amarillos blillaron y sus pupilas se contrajeron ante el éxtasis que aquella palabra le había enviado y gruño porque todo él reaccionaba antes los caprichos de su estúpido búho.

Se volteó y asesino con la mirada a un Stolas que sonreía victorioso y que sabia que había conseguido lo que quería.

–Muy bien cerebro de pájaro, tu ganas– se abalanzó sobre el príncipe quien no opuso resistencia y se dejó derribar callendo sobre el mullido colchón– no te quejes si mañana no puedes ni levantarte de aquí.

–Hazme lo que quieras Blitzy~– murmuró sugerente sintiendo una de sus manos ser entrelazada con la de su novio– destrozame mi amor...

Blitzø se volvió a estremecer, gruño y sin más tomó la boca de Stolas en un profundo y fogoso beso, cumpliendo toda la noche y parte de la madrugada con lo que había dicho.

Y todo por aquel tonto apodo tan meloso, cursi y... que tanto le gustaba escuchar del príncipe.

♠Fin.♠