Latidos infernales [Completa]

Capítulo 15

Es todo o nada.

Steven Brown.

Pensamos como psicópatas en ese instante cuando tus padres te regañan y te pones a observar sus labios. Ves como se mueven, pero los sonidos que salen de él se apagan y solo ves la ira que tú le transmites por ser marica. Entonces provoca matarlos, pero no. Son tus padre.

Dicen que el hogar es el primer pilar para la felicidad de tus hijos. Lo que tus padres transmitan en casa es lo que vas a poner en práctica cuando crezcas porque esos fueron los ejemplos que ellos te inculcaron.

Pero, ¿a mi que me inculcaron?

Una mierda.

Mi madre me abandonó cuando supo que era gay. Bueno, tampoco es que se allá enterado de la mejor manera. Pero, ¿que te puedo decir? ¿Por qué no tocan la maldita puerta? Creen que porque son tus padres tienen derecho de no respetar tu privacidad.

En fin, mi madre entró sin tocar y vio, digamos... la imagen más Turbia para ella, para una mujer "cristiana y pulcra". Encontró un chico chupandome la verga.— perdón acá me ando riendo porque mi madre se le salieron los ojos como en las caricaturas— Pero doña, respete.

Eso pasa cuando no tocan la puerta.

Mi madre me reprendió, creo que intentó revivir a Jesucristo con tantas oraciones que me dijo en menos de dos minutos.

Era un chaval, estaba nervioso porque mi madre me había visto en un momento hot, por más que sea era mi madre y debía mi respeto pero ahora que lo pienso bien; ¡Que se joda! Pinche vieja hueca. Y no, no me vean como una aberración, no me digan lo mismo de siempre; es tu madre a pesar de todo. ¿Y yo que? Yo era su hijo, me tenía que amar y aceptar de todas las maneras posibles, pero no, me dio la espalda tomo su maleta y le dijo a mi padre;

—Sacale ese demonio y volveré.

¡Demonio tenían ellos! Cristianos mis huevos. Pensándolo bien, si me dejaron una enseñanza. No todos lo que van a la iglesia son Moises, la mayoría de ellos son los mismos Judas o hasta el mismísimo satanás.

Mi padre era el líder de todos ellos, era el que habría la iglesia y el que daba la palabra. Este señor era uno de esos Satanás, el mayor.

Entonces, te puedes imaginar en el circulo asfixiado en el cual vivía. Eran tóxicos, intensos, estaban locos. Me obligaban a ir a misas los domingos y vestir con camisas abotonadas hasta el cuello y con un puto moño en el. Eso empezó a molestarme y hacer citas con mis demonios internos y pues paso lo que tenía que pasar.

Con diecisietes años me echo de casa, él tampoco aguantó ya que empezaron a llegar murmullos en la iglesia de que el linder tenía un hijo bisexual en casa, mi padre no permitió más humillaciones por mi culpa y tomo esa decisión. ¿Y qué mejor decisión que darle la espalda a tu hijo de diecisietes años y comenzar otra familia como si nada?

Me fui de casa una noche, y comenze a vivir en las calles de Chicago. Ya a los dieciocho años estaba en pandillas intentando sobrevivir a esa vida.

Me había enterado que mi madre volvió con mi padre y que esta salió embarazada de él, ahora tenían una niña en camino. Hoy tiene siete años, lo sé porque me he informado de que ella esté bien ya que vive con unos padres locos.