CAPÍTULO 31

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"Siempre se tiene otra oportunidad"

Después del accidente de Aidan y de su cirugía, del reencuentro con Dani y de la confusa y repentina confesión de "Nadia", o Lara, no volví a ver a Aidan hasta que salió del hospital. Él estuvo hospitalizado un par de semanas en las que nunca lo visité, me sentía confundida, no sabía si de verdad quería terminar con él, no sabía si de verdad había dejado de amarlo y tampoco sabía si contarle la confesión de Lara; ella, como lo dijo, jamás volvió a molestarnos. Seguíamos compartiendo clases con ella, pero nunca nos hablaba, ni siquiera nos miraba a los ojos. Nadie además de Mau y de mí, sabía su verdadero nombre y  nadie tampoco sabía quién era exactamente ella, pero tampoco nadie además de Mau y de mí, se lo preguntaba. Así que sólo decidimos olvidarla. El último día en el que Aidan estuvo en el hospital, por fin decidí ir a verlo y también por fin había decidido hablar con él. Roby, Mau y yo estuvimos con él cuando lo dieron de alta hasta llegar a su casa y cuando entramos en su habitación, Aidan pidió a Roby y a Mau que nos dejaran solos. Aidan ya no tenía vendada la cabeza, pero seguía usando collarín. Él reposaba en su cama, mientras yo me sentaba a su lado.
–¿Por qué nunca fuiste a visitarme al hospital? ¿Sigues molesta? -preguntó Aidan cuando me senté a su lado, en su cama-
–Estoy molesta conmigo misma -dije en mi mente-
–No -respondí sin más- Tengo que hablar contigo -me atreví a decir-
–¿Sobre qué? -preguntó Aidan con confusión-
–Sobre nosotros -dije y tragué grueso- Iré directo al punto -suspiré- Aidan, yo ya no quiero estar contigo
Me arrepentía de si quiera a ver empezado la frase, pero ya lo había dicho, ya no había vuelta atrás.
–¿Qué? ¿Por qué? -preguntó alterado-
–Por nuestro bien. Porque no podemos seguir aferrándonos a lo que sentimos alguna vez. Porque tú y yo sabemos que ya no nos amamos y que seguimos juntos sólo por costumbre. Porque es lo mejor para ambos -finalicé esbozando una sonrisa falsa y atenuada-
–¿Lo mejor para ambos o lo mejor para ti? -reclamó- No entiendo. Yo todavía te amo. Lo mío no es costumbre, es amor -dijo con consternación-
–Eso es lo que te haces creer a ti mismo, pero sabemos que no es así
–¿De qué hablas?
–De que si de verdad me amaras, no hubieses besado a Nadia -reclamé en un grito-
Quise seguir usando el nombre "Nadia" para referirme a la ojiazul; la verdad es que no tenía ganas de contarle a Aidan la verdad sobre Ricitos de Oro.
–Fue un error. Estaba ebrio -se excusó-
–Claro que fue un error, pero estar ebrio no lo justifica -volví a gritar y luego a suspirar- Aidan, escucha, sé que sonará cruel, pero... -hice una pausa- Yo ya no te amo -dije antes de que me arrepintiera-
–¿Cómo puedes decir eso? -dijo Aidan en un grito de incredulidad-
–Es la verdad -dije negando con la cabeza-
Ni siquiera yo estaba segura de lo que dije.
–No, tal vez sólo estás confundida -dijo con los ojos cristalizados y negándose a mi confesión-
–¡No! -grité- No estoy confundida porque no existe nada que pueda confundirme...
–Excepto Mau -dije con pena en mi mente-
–Lo siento, pero tú y yo no podemos seguir juntos -dije mintiéndome a mí misma-
–No, no puedes hacerme esto -dijo negando con la cabeza y empezando a derramar lágrimas-
–Lo siento, lo siento, lo siento -dije una y otra vez y me fue inevitable contener el llanto- Perdón. Créeme que esto es lo mejor para los dos. Un día te amé, eso no lo puedo negar, pero no puedo seguir contigo porque no quiero hacerte sufrir
–Estoy sufriendo ahora mismo porque te estás alejando -dijo e hizo que mi corazón se rompiera en 268 partes más-
–Y si seguimos juntos ambos sufriremos aún más
–Tú también prometiste estar siempre conmigo -dijo esperando a que me arrepintiera de mi decisión-
–Tú me hiciste prometerlo -me excusé cruelmente- Pero tú no cumpliste esa promesa y ahora yo tampoco podré hacerlo
–Podemos cumplirla ahora, podemos permanecer juntos ahora -suplicó-
–No, ya es muy tarde
–No, nunca es tarde -dijo y yo negué con la cabeza-
–Entiéndelo, lo nuestro se acabó -dije tajantemente-
Me levanté de la cama para salir de su habitación, pero él hizo lo mismo y me detuvo.
–Por favor, no me hagas esto -suplicó y como si no fuera suficiente mi corazón volvió a hacerse añicos-
–Lo siento
–Por favor -volvió a suplicar esta ves viéndome directamente a los ojos intentando convencerme- Yo sé que aún me amas -dijo e intentó besarme, pero yo esquivé sus besos-
–De verdad lo siento -dije y me marché-
*Narrador omnisciente*
El día que T/N terminó con Aidan, ambos lloraron hasta que sus ojos dejaron de derramar lágrimas; ellos ya habían sufrido demasiado. T/N empezó a olvidarlo y esta vez verdaderamente, o eso parecía. Aidan permaneció en casa un par de semanas más hasta que se recuperó totalmente y pudo volver a la escuela. En todo ese tiempo, Aidan no buscó a T/N, pero estaba dispuesto hacerlo cuando regresara a clases.
–Hola -me saludó Aidan en el pasillo de la escuela cuando por fin volvió a clases-
–Uh, hola -dije con incomodidad mientras cerraba mi casillero-
–Aún no tengo claro porqué decidiste alejarte
–Ya te lo dije, no te amo
–No te creo
–Cuando el amor se acaba no hay solución. ¿Sabes? Yo creí que siempre iba a estar enamorada de ti, pero no fue así -Aidan me veía atónito- Perdón si estoy siendo cruel. Es mejor que te alejes de mí
Traté de irme de ese lugar, pero Aidan me detuvo.
–No me pidas eso porque no puedo hacerlo. Yo quiero seguir contigo
–Pero yo no contigo -dije y una vez más volví a mentirme a mí misma- Lo siento, pero lo único que puedo ofrecerte ahora es mi amistad -deseé jamás haber dicho eso-
–¿Amigos? -dijo Aidan con incredulidad-¿Amigos para qué? ¿Para qué demonios? -gritó- No puedo ser tu amigo porque yo ya fui tu novio
–Sé que es estúpido ofrecerte mi amistad, pero si tú quieres que sigamos juntos esa es la única forma de hacerlo, si no, es mejor que no volvamos a hablar
–¡No! ¿Es que tú no entiendes? No puedo conformarme con tu amistad porque entonces no podría besarte, ni decirte que te amo a cada instante. ¿No lo ves? Siento que muero si no te tengo, hay algo que me está matando desde adentro. Si tú no estás conmigo ya nada es igual -dijo con los ojos cristalizados-
–Por favor, aléjate de mí
–¡No! -gritó y después suspiró- Ok, entonces dame una buena razón para hacerlo porque el "ya no te amo", no te lo creo
Me quedé en silencio, viéndolo directamente a los ojos y sin saber qué decir.
–Sé que en tus ojos todavía hay amor -dijo Aidan esbozando una sonrisa atenuada-
–Te pido que por favor entiendas mi decisión
–La entiendo, pero no la comprendo
–Aidan, no te hagas más daño y olvídate de mí
–¿Olvidarme de ti? Ambos sabemos perfectamente que eso es imposible, tanto para mí como para ti
–No, para mí ya no lo es -volví a mentir- ¿Sabes qué? Tienes razón, tú y yo nunca podríamos ser amigos; yo ya no te quiero en mi vida, lo siento
Empecé a caminar apresuradamente para evitar que Aidan me alcanzara y hui de ese lugar.
–Bueno, seguirán estando juntos en la mayoría de las clases, así que dejar de verlo no es una opción -concluyó Mau después de contarle lo que sucedió con Aidan-
–Pediré un cambio
–Claro, como si eso fuera a solucionarlo todo -dijo sonando irónico-
–¿Ah? -pregunté con confusión-
–Desde que terminaste con Aidan no haces más que tumbarte en tu cama justo como ahora, es obvio que no estás bien. T/N, ¿de verdad estás segura de la decisión que tomaste?
–Me has preguntado eso como 268 veces y siempre te he dicho que sí
–Sí, pero esas 268 veces siempre has dudado al responder, por eso sigo preguntando
–Ya tomé la decisión, ya no puedo arrepentirme
–Siempre se tiene otra oportunidad -dijo esbozando una sonrisa atenuada-
–¡Ya! ¡Déjame sola! -grité-
–Exacto, tu humor es pésimo ahora -dijo y salió de mi habitación azotando la puerta-
*Narrador omnisciente*
–¿Cómo estás? -preguntó Roberta a Aidan cuando entró a la habitación del chico-
–Oh, estoy excelentemente bien -dijo Aidan con sarcasmo-
–Ugh, ahora amas ser sarcástico -dijo rodando los ojos-
–No, de verdad, estoy bien
–Sabes que aquí estoy para escucharte, ¿cierto? -dijo y Aidan no dudó en deshagorse-
–Ella dice que ya no me ama, pero yo sé que es mentira. Y si fuera verdad, ¿qué hice para que dejara de amarme? 
–¿Te lo explico, Gallagher? Ojos azules, cabello rizado y rubio, lleva por nombre el tuyo al revés y... -decía ella mientras Aidan rodaba los ojos-
–Ok, ok. Besé a Nadia, pero eso no es suficiente para que deje de amarme, se supone que su amor hacia mí es verdadero. No sé en qué fallé, pero sé que le fallé -dijo mientras se levantaba de su cama y se ponía de pie frente al espejo- Si pudiera remediarlo, lo haría sin dudarlo, pero T/N ya lo dejó claro, no me quiere más junto a ella
Aidan dio un grito de coraje y frustración y golpeó el espejo mientras Roberta gritaba "no". Aidan rompió el espejo y sus nudillos también, su mano sangraba.
–¡Mierda, lo rompiste! Te esperan 7 años de mala suerte, Gallagher -dijo Roberta y Aidan se carcajeó-
–¿7 años de mala suerte? Que me den 268 si jamás volveré a estar junto a ella -dijo Aidan lamentándose- 

Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora