Omnisciente
Diego se dirigía curioso a la habitación donde eran las vistas ya que su hermana no salía ir a verlo esos días de la semana pero su curiosidad y algo de preocupación desapareció al momento de cruzar la puerta, encontrándose a Número Cinco sentado del otro lado de la mesa ya esperándolo.
—Cinco —dice Diego por lo bajo.
—Hola Diego —dice el pequeño mientras el moreno se sienta delante de él— Te ves bien en blanco.
El solo suspira casi riendo recordando que su pequeña hermana le había dicho exactamente lo mismo por otras razones claro está pero lo mismo.
—Era hora de que aparecieras.
—Cómo sabías que vendría?
—Porque esa es la clase de mierda que siempre haces —dice acercándose desafiante a la mesa.
—Dónde están los demás? —pregunta provocando que Diego arrugue su ceño.
—No están contigo?
—Los encontraremos —murmura el pelinegro intentando convencerse a él mismo— Cuanto llevas aquí?
—Setenta y cinco días —responde sin vueltas— Aparecí en el callejón de Commerce...
—Y Knox —termina de decir Cinco por él mientras hace una mueca— Si llegue aquí esta mañana.
—Cómo me encontraste? —pregunta el mayor luego de unos segundos, Cinco solo suspira para sacar un papel de su saco sin dejar de mirar a su hermano.
—Página dieciséis —dice mientras abre el papel.
Diego rueda sus ojos que acaso estos dos eran la misma persona? Como era posible que ambos hayan hecho lo mismo? Bien es un periódico y estaba tachando bajo el alias de loco con cuchillos pero nadie más se había dado cuenta.
— "Arrestan a loco con cuchillos en la calle Beckley al 1026" ahí vive Lee Harvey Oswald —explica levantando un poco sus cejas— Me quieres explicar?
—Solo digamos que la policía de Dallas no valoro mi intento de detener el asesinato de John F. Kennedy.
—Si, porque todavía no pasó.
—Y no va a pasar —aclaró Diego y el chico lo miro confundido— No bajo mi guardia, estoy limando los barrotes de mi habitación, en un día o dos saldré de aquí, detendré a Oswald y salvare al presidente, si quieres ayudar solo dilo.
—Escúchame bien pedazo de idiota, no vas a hacer una mierda.
—Por qué no?
—Porque debemos detener el apocalipsis —responde el chico en susurro.
—No me digas —responde con cierta ironía— Faltan como sesenta años para eso.
—No ese apocalipsis, este es uno nuevo, nos siguió, yo lo vi. Guerra nuclear, Diego, en diez días.
Diego solo río mientras se cruzaba de brazos, solo podía imaginar lo demente que sonaba el niño en ese momento y lo molesta que iba a estar la ahora rubia cuando lo viera, eso sería divertido de ver.
—Y el que está encerrado soy yo —habla burlándose y Cinco se limitó a rodar sus ojos— Bien, te seguiré el juego, Qué lo causa?
—No lo sé, tal vez un idiota trastornado con complejo de héroe trató de salvar al presidente y lo arruinó todo —responde ya molesto.
—Estas diciendo que funcionó? —pregunta mientras se inclina sobre la mesa— Qué salve al presidente? —Cinco solo asiente de mala gana y el aprieta sus puños— Sabía que lo haría y Ela dijo que era imposible.
—Espera, qué acabas de decir? —pregunta Cinco confundido y Diego lo mira de forma obvia.
—Que salve al presidente.
—No eso idiota, la viste? Ella está bien?
—Oh Ela? Si la vi, ella viene a verme de hecho y si esta bien, y en caso de que lo olvidaras ella tiene ese estupido complejo del que tanto hablas, qué pasa si fue ella? —pregunta desafiante.
—Ella no haría eso —responde serio y Diego ríe.
—Cómo estas tan seguro?
—Porque tengo al demente que no deja de insistir en salvar al presidente justo frente a mi —responde con una sonrisa molesta y desafiante— Dónde esta?
—No lo sé, nunca me lo dijo —responde levantando sus hombros y Cinco asiente molesto— Bien voy a ayudarte con tu estupido apocalipsis.
—Gracias a...
—Después de salvar a Kennedy —dice interrumpiéndolo y el chico suspira ya irritado por la situación en la cual se encontraba— Y luego nos haces retroceder unas décadas para que le corte la garganta a Hitler con un cuchillo para mantequilla.
—Por eso no tienes amigos —dice mientras asiente y Diego lo mira confundido— Sabes qué? —pregunta mientras se levanta de su silla.
—Guardia, mi hermano planea escaparse, los barrotes de su habitación fueron limados.
Diego golpeó la mesa molesto antes de levantarse.
—Soplón de mierda! —gritó tratando de llegar a él, cosa que no logro ya que los guardias lo tomaron antes apoyándolo contra la mesa.
—Esto es por tu propio bien Diego —dice Cinco mientras el forcejeaba con los guardias— Mi hermano está muy enfermo, solo rezo para que consiga la ayuda que necesita desesperadamente —continua mientras me sonríe un poco a una enfermera que se acercaba a ellos con una gran jeringa.
Y de un momento a otro pincharon a Diego en su antebrazo, colocándole algún tipo de sedante.
—No! La aguja no!
—Volveré por ti si? Solo... Descansa —murmuró Cinco antes de que el moreno cerrará sus ojos para luego salir de ahí.
Cinco no sabía hacia dónde ir, se sentía mal por su hermano pero no dejaría que él provoque otro fin del mundo y al fin de cuentas lo sacaría de ahí eventualmente, mientras que por otro lado sabía que la chica lo iba a matar si se enteraba de lo que había hecho agregándole el hecho de que seguramente ya estaba molesta con él.
Su prioridad ahora era encontrarla, pero una pregunta daba vueltas en su cabeza ella no salvaría al presidente no?
Intento dejar eso de lado para comenzar a buscarla pero ni siquiera sabía por dónde empezar.
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Greek God || Five Hargreeves
Fanfiction⸺ 𝖣𝗈 𝗇𝗈𝗍 𝗍𝖾𝗅𝗅 𝗆𝖾 𝗐𝗁𝖺𝗍 𝖨 𝖼𝖺𝗇 𝖺𝗇𝖽 𝖼𝖺𝗇𝗇𝗈𝗍 𝖽𝗈. 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 𝐱 𝐎𝐜 » Sᴇᴀsᴏɴ Tᴡᴏ 𝐃𝐢𝐬𝐜𝐥𝐚𝐢𝐦𝐞𝐫 » Todos los personajes menos Ela Hargreeves son de TUA , por lo cual, no me pertenecen.