Entre espectáculos llenos de caos, hay mentes llenas de locura
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Valerie
Nos quedamos admirándonos el uno al otro en medio de la pista. Mi cuerpo se estremece al verlo moverse, quedando pegado a mi pecho, nuestros labios se encuentran a pocos centímetros de rozarse, acerca su boca a mi oído y siento su aliento chocar con la piel de mi cuello haciendo que se erice al instante.
–¿Ti piacciono I giochi?
–Li amo -poso mi mano en su pecho – Ma sai che mi piace di piú -susurro cerca de su oído –il pericolo
–Quindi abbiamo qualcosa in comune -me levanta el mentón para mirarme a los ojos –Le gemme attirano sempre gli occhi di tutti e tu sei uno dei piú pericolosi - sus ojos no dejan de mirarme ni un solo momento – Ovunque andrai avrai sempre qualcuno affascinato dalla tua incomparabile belleza
–Grazie -deslizo mis dedos por su perfecto rostro, sin dejar de mirar esos orbes que me fascinaron desde que entre a esta fiesta –É ovvio -sonrío
–É stato un piacere conoscerti, Valerie Allen -me besa en la comisura de los labios –Ci vediamo - susurra, se separa de mi cuerpo y se aleja perdiéndose entre los cuerpos que bailan en la pista.
–¿Chi sei Massimo Greco? -mis ojos se quedan fijos por donde se fue el hombre que ha hecho mi noche más ¿divertida?
Salgo de mi trance y voy hacia la mesa que tiene las bebidas, tomo otro Martini y miro el salón lleno de peces gordos que nadan en dinero.
Observo a mi madre que le está sonriendo a los que están sentados en la mesa.
–Hipócrita -musito, dejo de mirarla cuando siento mi teléfono vibrar en mi pierna, lo saco de la liga en la que lo tenía guardado.
Lo enciendo y aparecen una serie de imágenes de personas muy importantes, son políticos y empresarios
De pronto todas las luces del lugar se apagan y se enciende la pantalla de la TV que está en una de las paredes, los murmullos y las quejas no tardan en llegar, pero son cambiados por gritos
En la pantalla empiezan aparecer vídeos de mujeres que gritan auxilio y lloran desesperadas. Las arrastran por el suelo sucio y tiran en celdas deplorables, les pegan a todas con varas de metal en las costillas, brazos y piernas, lastiman sus cuerpos con cuchillas, cortan su cabello, marcan sus cuerpos y llenan de cicatrices cada milímetro de piel. Sus rostros llenos de lágrimas y sangre, se ven tan rotas, perdidas, sin esperanza. Resignándose y dejándose llevar en ese mar oscuro y lleno de injusticias. Los minutos pasan y los gritos se vuelven débiles, llegando un punto en que solo se escuchan las respiraciones agitadas de los presentes.
Miro sus rostros y solo muestran repulsión, miedo, angustia, las emociones se vuelven contradictorias al no saber si esto es real o es solo una broma pesada.
Mi vista no se despega de la pantalla y cada segundo que pasa se vuelve más deplorable, mi cabeza comienza a dar vueltas, siento un nudo en la garganta que no me deja digerir lo que veo. Debe ser horrible estar en un lugar así, uno en donde grites con todas tus fuerzas, ayuda, y que nadie esté ahí para ofrecerte una mano, darte ese abrazo que tanto necesitas o decirte que vas estar bien, que fue solo una pesadilla, pero no hay nadie y eso nos hace pensar cuan podrida esta la sociedad en la que vivimos y llegas a comprender que tan alejado está el Dios que tanto llamas, para que te escuche y te ayude a salir de ese calvario .Ahí es cuando creemos que nos abandonó, y nos dejó rodeados de leones que buscan cazar y matar cada sentimiento que resguardamos en nuestra alma marchita y perdida.