Todo está silencio pero se escucha un leve pitido, un pitido de una máquina. Un pitido horrible.
Intento abrir los ojos pero no puedo hacerlo, es como si estuvieran pegados y pesaran demasiado.
Intento sacar fuerzas para poder abrirlos y tras varios intentos fallidos finalmente logro abrirlos poco a poco y lentamente, pero al momento de abrirlos al completo la luz que hay en la habitación golpea mi rostro y mis ojos cegándome y haciéndome daño. Cómo si hiciera días o semanas que no he visto la luz.
Pestañeo varias veces seguidas y rápidas hasta que me acostumbro poco a poco a la luz y finalmente puedo volver a abrirlos al completo.El olor a hospital tan característico se hace presente.
Miro hacia mi alrededor: estoy en una habitación totalmente blanca, una habitación de hospital. Pero, ¿qué hago aquí? ¿qué pasó ayer?
No recuerdo casi nada de lo ocurrido, lo único que recuerdo es estar en la discoteca bailando en la pista de baile mientras tomaba alcohol e intentaba olvidar los problemas que llevaba encima. Pero no recuerdo nada más, todo lo demás está totalmente en negro.
Intento pensar en lo que ocurrió anoche intentando forzar mi mente para acordarme y recordar alguna mínima cosa más, pero nada: no llega nada.Miro a mi alrededor, pero no hay nadie. Estoy completamente sola.
La habitación es blanca y está casi vacía, solamente hay una pequeña televisión en frente de mi colgada en la pared, una mesa de madera corredera a un lado de la camilla, la puerta de la habitación y otra puerta que será el baño de la habitación, y un sofá negro individual al lado de la ventana cerca de la camilla.Suspiro hondo y miro hacia el techo quedándome así unos minutos, mientras que solo escucho el sonido de la máquina cardíaca.
Desvío la mirada del techo y la llevo hacia la camilla, y veo mi cuerpo tirado en ella. Intento mover mi mano pero no logro mover tan si quiera un solo dedo. Intento sacar fuerzas, pero es como si tuviera todo el cuerpo totalmente dormido y cansado.Joder. No sé qué me está pasando, pero me pone nerviosa el no poder moverme. Es como si estuviera inmóvil, me siento el cuerpo demasiado cansado.
Noto varios cables conectados y pegados en mi pecho que van hacia el monitor cardíaco que controla mis pulsaciones, en mi brazo noto clavada la vía del suero y en mi rostro noto la máscara de oxígeno.
No recuerdo absolutamente nada de lo que pasó anoche, no entiendo el por qué estoy aquí en el hospital rodeada de cables y sintiendo el cuerpo como si estuviera dormido o paralizado. No sé qué ocurrió para estar aquí y así.
Los ojos me escuecen y me duelen, tengo la necesidad de cerrarlos, pero no quiero hacerlo.La puerta de la habitación de repente se abre y dirijo mi mirada hacia ella para ver de quién se trata: por ella veo aparecer la tez morena y el pelo rizado negro de mi mejor amigo. Lleva un café en su mano y cierra la puerta de la habitación detrás de él.
Intento hablar, pero la voz no me sale. Mejor dicho, ni si quiera logro separar mis labios para poder articular ni una sola palabra.
Los ojos me duelen y comienzan a pesarme, no puedo seguir manteniéndolos abiertos por mucho más tiempo, me escuecen y noto como si pesaran quintales. Siento como los párpados comienzan a dolerme y empiezan a cerrarse por sí solos, y aunque intento mantenerlos abiertos, se cierran finalmente.Me siento como cuando estás tan cansada que no tienes ningún tipo de fuerza, el cuerpo te pesa muchísimo y tienes tantísimo sueño que los párpados te pesan y por mucho que intentas mantenerlos abiertos se cierran por si solos.
Con la única diferencia que no tengo sueño y no entiendo por qué me pasa esto.Escucho las pisadas de Miles acercarse, escucho cómo deja el vaso de café encima de la mesa y después vuelvo a escuchar sus pisadas cerca. Arrastra un taburete de ruedas por el suelo hasta llegar cerca de la camilla, y después, siento cómo agarra mi mano libre entre las suyas dándole un ligero y suave apretón; suelta un suspiro lento y profundo, se queda en silencio sin decir nada y después escucho mi nombre salir de su boca;
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ONITSED
Teen FictionHay veces en la vida que crees tener una buena vida. Que crees tener todo bajo control o al menos eso intentas, pero de un momento a otro, esa luz que estaba encendida y te alumbraba todos los días... empieza a parpadear. Hasta que finalmente esa...