Capítulo 5

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Otro ajetreado día en el castillo, un rey histérico y una reina aburrida.

Lisa chillaba enojada, hace dos horas la tranquilidad albergaba el palacio y una princesa caminaba descalza y en pijama hacia la cocina. La pequeña Lisa no vió un gran charco haciendo que caiga sobre el pastel que estaba previsto para la cena con los duques de Germania.

—Calmate querido rey, tu hija está con un solo pie válido y tú histérico por una cena que al final nadie quiere ir.—La Reyna miraba feroz a su esposo, aquellas miradas que estremecían de miedo al pobre rey que con temor tomo un vaso de agua.

—Lose mi Reyna pero quería ver a Lisa bailar con uno de sus pretendientes.

—Lisa está mal dile al duque que no estará...—Hizo una pausa tomando su majestuoso vestido y camino devuelta a la biblioteca.

—Es una orden Marco Manoban—Hablo demandante ma Reyna con su hija atrás sin poder caminar mucho.
La brisa golpeaba las ventanas de la biblioteca, la Reyna Chaeyoung tomaba algunos libros sobre ciencia y astrología.

Lisa miraba expectante a su madre que con un semblante serio la llamo.

—Lisa esto se ocasionó por tu descuidado horario de sueño mi niña.

Lisa pensaba salir corriendo en el primer momento que su madre este distraída, grave error la Reyna le miro muy seria casi haciendo una mueca de molestia.

—Tenia hambre, y no tengo una dama de compañía para que me ayude en eso—puchereo algo cansada esperaba no fallar en su plan.

—¿Qué tramas Lisa?, Soy tu madre te conozco habla que quieres.

—Una dama de compañía

—Bien, recuerda regar las plantas y acabar tu libro de cuentos franceses lisa.

La princesa hizo un pequeño berrinche sabiendo que su madre no le había creído el cuento de que no podía caminar, pero almenos podría tener a Jennie como dama de compañía. Esperaba que está aceptará

Una vez sus tareas hayan terminado tomó el vestido más bonito y camino apresurada hacia la panadería.

La campesina daba de comer algunos patos que caminaban por ahí, y una voz chillona le hizo suspirar de cansancio.

—Linda campesina te tengo una bonita noticia.

—Viniendo de ti me da miedo Lisa.

Lisa sonrió entregándole un sobre con el sello real y un moño.

Jennie tenía su cara muy sorprendida no comprendía nada de lo que hacía la pelinaranja, su personalidad era tan espontánea que podría estar haciendo cosas nuevas y aburrirse al momento.

Lisa dejo el sobre un beso en su mejilla y volvió a correr hacia el castillo nececitaba ya planear la habitación de su dama de compañía.

Jennie con el sobre entre sus manos se lo entrego a su mamá que emocionaba lo empezó a leer y cada palabra hacia que sus ojos brillarán.

En el pueblo el que tú hija allá Sido elegida como dama de compañía era un honor y privilegio, tenías una mensualidad, tu primogénita tendría grandes cosas en el castillo y como dama de compañía era ser la segunda belleza real después de la realeza.

—¡Mi hija preciosa, serás dama de compañía que alegría ser tu madre Jennie!—La joven asintió nerviosa mañana partiría hacia su deber como dama de compañía de la princesa Lisa, claro no olvidaba los constantes coqueteos que le hacía y el como se sentía respecto a estos.

Ese peculiar latido en su corazón le incómodo un poco, con cuidado guardaba sus cosas tendría una nueva vida y no sabía que esperar de ella.

Sin falta asistió a la junta en el lago con lisa, viéndola informal dejando que su rostro brillará con la luz del sol y el agua le reflejará.

Sus pisadas hicieron que lisa la mirara muy emocionada, aquello desconcertó mucho a Jennie con precaución decidió admirar lo bonita que era lisa.

Sus lindas mejillas rosas, sus largas pestañas y sus cabellos naranjas que le hacían brillar mucho.

Ambas jóvenes estaban muy cerca casi rozando sus dedos lisa se acercó más haciendo que la respiración de jennie se entrecortara.

—Tranquila Jennie, no te hare daño—Con elegancia lisa tomo un mechón rebelde de la cabellera morena de jennie, dejándolo detrás de sus orejas con tono rosa por el rubor.

Jennie estaba por desfallecer escuchar su nombre salir de los labios cerezas de lisa hacia que se vieran muy apetitosos.

Tenía muchas ganas de tomar en posesión esos belfos y dejara varias marcas en este marcando territorio.

La tensión se podía palpar en el aire rompiéndola con la parada de lisa.

—Me encantaría seguir provocando más suspiros y miradas deseosas en ti mi campesina hermosa, pero tengo algunos pendientes nos vemos mañana.—Lisa susurro un leve "prepárate" acabando con el aire de Jennie provocando que se caiga al agua.

La risa de lisa mientras caminaba hacia su palacio pareció ser el sonido más preciosos que escucho.

La risa de lisa mientras caminaba hacia su palacio pareció ser el sonido más preciosos que escucho

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Vestimenta de lisa

Vestimenta de Jennie

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Vestimenta de Jennie.

Muy bien espero les haya gustado mucho me costó encontrar la inspiración teniendo internet jdjdjdjdj.

¿Cómo les ha ido?, ¿Que comieron hoy?
Espero su semana haya Sido bonita chau besitos de gomita🍡.

Entre castillos y claveles (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora