Con los ojos llorosos veía el cuaderno delante de él, no sabía que decir, cómo reaccionar, ni si quiera sabía en esos momentos que sentir al respecto.
una oleada de frío y temor se apoderó de su cuerpo al ver la cara del joven de la foto que estaba...
"Y cuando nuestro mundo de cristal lleno de mentiras se derrumbe, prometo revelarte un campo de verdades maravillosamente oculto"
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Taeyang ahora se mantenía más en el departamento de Jungkook que en el suyo propio, todo para protegerlo, aquello les pareció raro a todos ya que al principio Jungkook no era devoto de Taeyang, pero nadie sabía la razón verdadera del porqué se comenzó a comportar así con Jungkook; por otro lado Jungkook se encontraba confundido ¿Por qué últimamente sentía que el hermano de su novio quería estar cerca de él todo el tiempo, las veces que había que hacer las compras al súper él era el que se ofrecía a ir debido al aburrimiento de pasar en casa, pero siempre Taeyang se lo impedía poniendo cualquier excusa para no dejarlo ir, tomando su lugar.
Las cosas se habían puesto difíciles, el señor Kim se había dado cuenta del error del hombre que contrató para eliminar de una vez a Jungkook, estaba seguro que su hijo había escuchado y que sabía lo que estaba pasando, decidió dejar pasar algunos días antes de persuadirlo para que no dijera nada.
Taeyang se encontraba de camino al supermercado, tener que estar yendo ya lo estaba cansando y todos ya empezaban a sospechar el porqué de su comportamiento, pero prefería mil veces eso a cargar con el peso de una muerte sobre sus hombros, sabía que si le llegaba a pasar algo a ese chico su hermano no lo soportaría, no estaba dispuesto a verlo sufrir de esa forma. Con el pasar de los días observó en silenció el cambio de su hermano, empezaba a retener más y más recuerdos, aveces despertaba no conociendo a nadie a su alrededor a excepción de SuHan y Taeyang , y otras veces despertaba continuando con el día anterior. Eso lo alegraba, porque eso no había pasado hasta que Jungkook llegó a su vida.
Su paz fue interrumpida por su teléfono celular, vió el identificador de llamadas y sólo así pudo ver qué era él ¿Qué quería? Sabía que si no le contestaba podía llamar la atención de ese hombre, apenas se había dado cuenta de lo que era capaz, ¿Qué tal si lo mandaba a matar también a él? Estaba en una aterradora encrucijada. Todo sea por protegerlos a todos, hasta que él mismo encontrará la manera de eliminarlo.
—Hola papá ¿Qué pasa? —trató de sonar natural, y lo logró, de no ser porque el hombre del otro lado de la línea era un completo sicópata hubiera sido diferente.
—Hola hijo, ya hace días no vienes a la empresa ¿Qué pasa? —la voz del hombre estaba plagada de amenaza.
—¿Que tendría que pasar? No entiendo tu pregunta.
—Sólo digo que desde la última vez que estuviste aquí no te has aparecido de nuevo y no habías contestado mis llamadas anteriores ¿Qué pasá, te enteraste de algo?—la declaración del hombre le puso los pelos de punta, sabía qué empezaba a sospechar de él
—¿De qué podría enterarme? No he ido y no he contestado las llamadas por qué sabes perfectamente que yo también tengo trabajo propio que hacer ¿Hay algo que deba saber?
